El titular de Pampa Energía Marcelo Mindlin, un empresario muy cercano al presidente Mauricio Macri, quiere quedarse con la central termoeléctrica “Brigadier López”, ubicada en la localidad de Sauce Viejo, departamento La Capital.
Mindlin figura en los cuadernos del chofer Centeno y es el actual titular de Pampa Energía y de la constructora Iecsa, que perteneció a los Macri. El empresario envió a una delegación de colaboradores a recorrer la central “Brigadier López”, que el gobierno nacional puso en venta en junio junto a la termoeléctrica de Ensenada de Barragán.
La visita de los enviados de Pampa Energía comenzó este lunes y se extenderá hasta el miércoles. Los representantes de la compañía eléctrica recorrerán la central ubicada en Sauce Viejo acompañados por el gerente local, a quien le consultarán sobre distintos aspectos de su funcionamiento, especialmente sobre el personal.
Según informó el portal Diario Santa Fe, días atrás los representantes de Pampa Energía recorrieron otras empresas en las que está interesado Mindlin: YPF Luz, Panamerican Energy Group y Central Puerto, que tiene entre sus principales accionistas a Nicolás Caputo, otro amigo de Macri, ex socio en una de sus empresas constructoras.
Mindlin figura en los cuadernos del chofer Centeno que involucran al funcionario del Ministerio de Planificación Roberto Baratta y por los cuales el juez Claudio Bonadío lleva adelante una investigación que salpica a Cristina Kirchner, a Julio de Vido y a una docena de empresarios contratistas del Estado.
El 21 de junio el Ministerio de Energía de la Nación aprobó los pliegos para la licitación pública nacional e internacional de las centrales termoeléctricas Ensenada de Barragán, situada en Buenos Aires, y Brigadier López, ubicada en la localidad de Sauce Viejo, por las que se prevén recaudar unos 1.000 millones de dólares.
La central de Ensenada de Barragán tiene una potencia instalada de 560 megavatios, mientras la de Brigadier López, situada en el parque industrial de Sauce Viejo, suma 280 megavatios. Quienes se adjudiquen las plantas tendrán la obligación de completar las obras de cierre de ciclo, ya en ejecución avanzada, que permitirán elevar esas potencias a 840 y 420 megavatios respectivamente.
Quienes se queden con las centrales deberán hacerse cargo de la deuda contraída en su momento por Enarsa. Esos compromisos están estructurados mediante dos fideicomisos financieros cuyo saldo al 31 de diciembre pasado era de 401 millones de dólares para Ensenada Barragán y 210 millones para la Brigadier López.