El ministro de Economía, Martín Guzmán, destacó que los últimos datos de la economía reflejan “números importantes” como la inversión, que “creció interanualmente el 38,4% en términos reales, y el trimestral el 6,1%», cuestionó la gestión económica del macrismo y remarcó que el “objetivo central de este Gobierno es la recuperación del salario real”.
El funcionario nacional, que la semana pasada se reunió con empresarios cordobeses, dijo en una entrevista al diario La Voz del Interior que la recuperación del salario real “no solo es socialmente justo sino que es una condición necesaria para darle continuidad a la recuperación económica”.
Al referirse al esquema de los derechos de exportación implementado por el Gobierno nacional, el ministro explicó que esa política “se ha redefinido con una lógica que no es en modo alguno fiscal sino productivista, que busca una estructura de precios relativos que favorece a los sectores de la economía que tienen más capacidad de agregar valor”.
Como ejemplo mencionó que hay un dato que no se tiene muy en cuenta y que es importante, como lo es hoy “el 94% de las posiciones de derechos de exportaciones tienen una alícuota menor que el 10 de diciembre de 2019”.
También cuestionó a la gestión del macrismo por su modelo económico que tenía como una de sus premisas “la reducción del salario real para supuestamente generar mayor competitividad» y diferenció de eso a la administración de Alberto Fernández al remarcar que «es un objetivo central de este Gobierno la recuperación del salario real”.
Respecto de la situación macroeconómica, dijo que “la gran restricción para sostener períodos de crecimiento en el país ha sido la falta de divisas”.
“La inflación no es un fenómeno puramente monetario, pero sí que tiene un componente monetario”, sostuvo y apuntó que en el contexto en el cual las divisas no han crecido y sí lo han hecho las deudas en moneda extranjera y por falta de crédito se requiere de financiamiento para sostener las políticas públicas, que luego «termina presionando también sobre el tipo de cambio y, de ese modo, sobre la inflación”.
Sobre ese tema resaltó que se trabaja desde el Gobierno nacional, y que este año hubo en escena un factor adicional como lo es la inflación de commodities: “En contexto de pandemia, en el mundo bajó la demanda de servicios y aumentó la de alimentos. La inflación de alimentos que a nivel global superó el 30% interanual y eso tuvo un impacto en la Argentina”, resumió.
Consultado sobre los pedidos de baja de impuestos por parte de algunos empresarios para incrementar inversiones, Guzmán advirtió que «aquí hace falta crear un sentido común» dado que «a la hora de pedir una reducción de la carga impositiva en esta Argentina de hoy, hay que entender lo que eso implica para la coyuntura más allá de cualquier visión ideológica».
«Imaginemos lo que sería la Argentina si hubiese un mayor déficit fiscal que estuviese que estar financiado sólo por emisión monetaria adicional», dijo el ministro y cuando le preguntaron si eso empujaría hacia una hiperinflación, contestó: «No, no, pero sí habría mayores presiones cambiarias y de precios. Y por lo tanto habría un efecto sobre los ingresos en términos reales».
«Eso significa que las empresas tendrían un mercado más chico en el cual vender sus productos. Eso es lo que ocurrió con el gobierno de Juntos por el Cambio. Y la producción cayó», recordó.
Al referirse a las críticas de sectores de la oposición sobre la política fiscal y emisión monetaria, Guzmán afirmó que “lo que realmente están pidiendo es un ajuste del gasto, algo no funcionó nunca».
«Eso es lo que hizo el gobierno anterior. ¿Y en qué resultó? En una muy profunda recesión que aumentó el desempleo, la pobreza, la desigualdad”, acotó.
Como contrapartida, añadió, “lo que hoy está ocurriendo en Argentina es un proceso sólido de recuperación económica, que no es casualidad y que es el resultado de políticas concretas que se implementaron durante la peor parte de la pandemia permitiendo en gran medida proteger el tejido productivo y social”.
El ministro entonces se preguntó, “qué hubiese pasado en la Argentina si no hubiese habido ATP, reducción a las contribuciones patronales, el IFE, créditos para monotributistas, la extensión de la Tarjeta Alimentaria».
«El esquema de políticas públicas está funcionando”, remarcó y siguiendo en esa línea apuntó que “hoy hay una política de protección social muy activa y un Estado presente desde la seguridad social”.
“La política social activa que desarrollamos hizo que se mantenga estable la distribución de los ingresos medida por el Coeficiente de Gini”, mencionó y afirmó que uno de los grandes desafíos es “ir resolviendo los problemas sociales más fuertes que tiene la Argentina. El principal, el problema de la pobreza infantil. Y eso es prioridad”.