El arquero Marcelo Miño, en su debut, fue el jugador más destacado en la derrota ante Vélez en Liniers. A continuación el uno x uno:
Miño (6): A pesar de su condición de debutante, se lo notó tranquilo en sus intervenciones. Buena respuesta ante un tiro libre frontal ejecutado por Robertone.
Gómez (5,5): Correcto primer tiempo, en especial considerando que por su sector se movió Vargas, uno de los hombres más importantes de ataque de Vélez. Un centro suyo terminó en cabezazo de Herrera apenas desviado.
Giménez (5): Gran cierre ante una escapada de Ramis, que se iba mano a mano. Robertone marcó el primer gol ganando a su espalda.
Ortiz (4,5): Le costó hacer pie en el fondo. Era el más experimentado de la última línea, y no se notó. No llegó a anticipar a Robertone en el gol.
Gómez (4): En su primera participación le entró fuerte a un rival y lo amonestaron. Su sector fue el más frágil de la defensa. Tal vez influyó que Becker colaboró muy poco en la marca.
Lioi (5): Escaso aporte en ofensiva. Pero se lo notó muy comprometido en lo defensivo. Atento en el retroceso. Siempre le dio una mano a Nahuel Gómez.
Arismendi (4): Demasiado lento, quedó expuesto ante la velocidad y dinámica de los volantes rivales. Parece mentira que juegue en Central.
Ojeda (4): Casi no pudo manejar la pelota. Fue uno de los que más padeció la presión de Vélez. Le costó mucho hacer pié en el mediocampo.
Becker (4): Encaró poco y apenas si aportó un disparo desde lejos, desviado. Le costó el retroceso. A sus espaldas, Vélez lastimó a Elías Gómez.
Lovera (4): La más peligrosa del primer tiempo fue un remate suyo que se fue desviado. Peleó mucho, ganó poco. Sigue en deuda.
Herrera (5): Ganó ritmo y minutos en cancha tras más de 20 días de ausencia por lesión. Tuvo un par de chances por arriba, pero no las pudo aprovechar. Ganó varias faltas en ataque.
J. L. Fernández (-): Tuvo la más clara, un mano a mano ante Hoyos, en el que se impuso el arquero visitante. De todos modos, no aprovechó lo que puede haber sido su último partido en Central.
Maziero (-): Aportó entusiasmo y ganas.
Pereyra (-): Casi que ni tocó la pelota.