Promediaba el primer tiempo cuando un dron sobrevoló el Gigante de Arroyito y captó la atención de los hinchas de Central. El vehículo aéreo controlado a remoto generó una distracción en medio de un desarrollo chato y deslucido del clásico rosarino.
El dron traía enganchado una banderita con un parlante negro tachado con una franja cruzada de color roja. El inequívoco símbolo del «sin aliento» con el cual los hinchas de Newell’s chicanean a sus pares de Central.
Los simpatizantes canallas que estaban en la platea baja del río lograron manotear en dron y derribarlo, para luego destrozarlo y exhibir la banderita con la cargada rojinegra como trofeo de guerra. En ese momento se produjeron tumultos e incidentes en dicha tribuna.
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