El senador nacional por la provincia de Santa Fe Roberto Mirabella sostuvo que la intervención de la empresa Vicentín va en línea con que no se repita un «genocidio de empresas estratégicas argentinas» y pidió que se entienda que estaba «yendo en camino a la quiebra».
Para el legislador, «lo que está haciendo el presidente (Alberto Fernández) es tomar una decisión para que no se repita ese genocidio de empresas estratégicas argentinas», y citó el ejemplo de la firma Sasetru, quebrada en 1981 durante la última dictadura militar.
Mirabella recordó que «Vicentín es la empresa número cinco o seis en ventas (del país), con cerca de 10 millones de toneladas de productos que se embarcan al exterior y expresa cerca del 10 por ciento del total de ventas externas agroindustriales».
En una entrevista con radio Brigadier López, el senador dijo que «hay que entender en qué estado estaba esta empresa, en un proceso de concurso de acreedores, yendo en camino a la quiebra».
Además, sugirió que «habría que investigar por qué esta empresa llegó a esta situación y las responsabilidades que hubo».
Mirabella sostuvo que es una «decisión estratégica» crear un «fondo fiduciario denominado Agro Argentina, en el que estará como fiduciante YPF a través de YPF Agro SA», debido a que «es aprovechar el gerenciamiento y la vinculación internacional que tiene YPF en el rescate de una empresa estratégica para la economía argentina y para la economía santafesina».
Luego, señaló que una eventual quiebra de Vicentín podría dejar «cerca de 6 mil trabajadores en la calle y más de 2.600 acreedores, con una defraudación y una estafa a los productores de casi 100 mil millones de pesos».
«Esta es la decisión de un gobierno que no quiere repetir un genocidio de las empresas estratégicas de la Argentina», añadió, y citó el caso de «una de las empresas de alimentos más grandes de la Argentina, que fue Sasetru, que llegó a la quiebra en 1981».
«Esta decisión trae alivio a todo el mundo, a las empresas, a los trabajadores, a los productores agropecuarios, a los proveedores, a los acreedores, y me parece que se inicia una nueva etapa», concluyó Mirabella.