Instalación, videoarte, arquitectura, performances, cine y música se combinan en la muestra De puentes y fronteras (Of Bridges & Borders) que reúne a ocho artistas internacionales con miradas y vocabularios distintos, quienes buscan tender puentes entre su obra, en Fundación Proa.
Se trata de un proyecto cultural multidisciplinario que nació del libro homónimo realizado y editado en octubre de 2009, donde artistas, músicos, arquitectos y pensadores de 17 países revelan su modo de ver el mundo y que ahora –en una versión acotada–desembarca en el porteño barrio de La Boca.
La muestra traza ante el espectador un recorrido visual dispar, que va del minimalismo al arte caótico, con contenidos y temáticas que aluden al título abordadas desde un punto de vista formal, político y estético de artistas pertenecientes a una misma generación.
La idea es “delimitar con claridad las fronteras que circunscriben las tendencias del arte actual, sus vocabularios y conflictos” así como provocar “nuevas formas de lectura por proximidad, diferencia, comparación y contradicción en el ámbito cultural”, se desprende de palabras del curador francés Sigismond de Vajay (1972).
“Algunos artistas hablan de la posibilidad y la libertad de poder moverse de un país a otro, y cada uno da su visión de esa libertad, que nos permite y no nos permite movernos. Y otros se centran en los límites y sus lecturas”, especifica De Vajay en diálogo con la agencia Télam, a pocas horas de la inauguración, mientras ultima detalles del montaje.
Una obra emblemática fue días atrás la performance del italiano Gianni Motti (1958), “Primer Paso en Argentina, 2011”, que realizó sobre cemento ni bien desembarcó en el aeropuerto de Ezeiza y que –ya como escultura– conforma el itinerario de la muestra en el espacio ubicado en avenida Pedro de Mendoza 1929, en La Boca.
Este polémico artista suele realizar obras de gran impacto internacional, como fue el caso del jabón “Manipulite” (2005), hecho con la grasa del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que logró interceptar en la clínica en donde se le hacían cirugías al mandatario.
En “Ur Collage”, una serie de 118 collages sobre papel, el suizo Thomas Hirschhorn –cuya obra se presenta por primera vez en la Argentina– establece un diálogo frontal entre la belleza socialmente aceptada y los desastres ocasionados por los conflictos bélicos.
De este modo, y con el objeto de reflexionar sobre la relación que se establece con medios de comunicación, publicidades y propaganda, la obra contrasta imágenes glamorosas y seductoras con fotos de cadáveres y cuerpos que yacen en tragedias ocurridas en conflictos mundiales.
Unas escaleras blancas que flotan en el espacio y que van de ningún lugar a ningún lugar –que en este caso pueden traducirse como una «frontera imposible»– constituyen el trabajo del dúo suizo Lang/Baumann, titulado “Beautiful Steps # 6”, una instalación con una fuerte influencia del arte pop.
El argentino Jorge Macchi (1963), por su parte, quien trabaja desde hace años entre el arte conceptual y el ready made, con una gran variedad de materiales y formatos, participa de esta muestra con “Reacción”, uno de sus últimas obras relacionada con las fronteras o barreras.
Esta pieza minimalista, casi invisible por ser de vidrio transparente, alude a la fragilidad del poder pero también: “A la autoridad invisible que siempre nos persigue y nos obliga a tomar decisiones que a menudo van en contra de nuestros sueños”, explica.
Hasta el 6 de marzo se puede visitar la muestra que se completa con el suizo Fabrice Gygi, el español Josep María Martín, el cubano Carlos Garaicoa y el alemán John Bock, quienes –al igual que el resto de los artistas– fueron invitados a pensar piezas especialmente para Proa y su contexto.