Con esa estrategia comercial este medio se proclamó a favor de las mujeres que históricamente han sido discriminadas. “Como periodistas de moda, nuestra inspiración fue preguntarnos si podemos utilizar modelos redondas y hablar de moda. No queremos desviar la atención al hecho de estar utilizando chicas grandes”, explicó Valérie Toranian, redactora de “Elle”, citada por el diario español “El País”.
La misma Lynn, de talle 48, dijo haber sufrido las consecuencias impuestas por el mercado de la belleza y la alta costura. “En dos años, perdí 30 kilos, pero siempre estaba hambrienta y me dolía algo. Así que dejé mi cuerpo en paz y volví a sentirme feliz”, contó.
“Hoy no sólo me siento bien por mi profesión, sino porque tengo el control sobre mi salud y acepté que mi silueta nunca coincidirá con el prototipo de belleza con el que nos bombardean constantemente”, concluyó, en la entrevista ofrecida a la revista francesa.
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