Tras la derrota en el clásico ante Boca en Avellaneda, la barra brava de Independiente bajó al vestuario local para hostigar a los futbolistas y también al entrenador Antonio Mohamed, quien está decidido a renunciar.
El director técnico se reunió con los principales directivos del club en el hotel donde se hospeda el plantel, en el barrio porteño de Montserrat. Allí, Mohamed les comunicó su decisión de alejarse, debido a la mala campaña, y para descomprimir el clima con los simpatizantes.
El entrenador asistió al entrenamiento de esta mañana para despedirse del plantel que lo acompañó en su etapa en el Rojo. Mohamed fue uno de los blancos de la barra brava, luego de la caída ante Boca, y por ello numerosos efectivos de la policía bonaerense se apostaron en la salida de los vestidores y cerca del estacionamiento para evitar agresiones.
Además de insultar a los futbolistas y al entrenador por los malos resultados, los barras ejecutaron la marcha fúnebre con trompetas y bombos. Ante este panorama, el «Turco» Mohamed no atendió a la prensa, al igual que los jugadores, con la excepción de Facundo Parra, quien mantuvo un breve contacto con los periodistas.
El exChacarita dijo que «hay que bancarse estas cosas porque el fútbol es así» y dejó un mensaje optimista de cara al choque del próximo miércoles ante San Martín de San Juan, en un partido postergado de la primera fecha.
