Sin dudas el arranque de Griffa en el Molinas fue perfecto. Ganó los 4 partidos que jugó, convirtió 13 goles y le marcaron 6 tantos. La campaña le permitió a los dirigidos por Edgardo Araza mirar a todos desde bien arriba.
El Hincha juntó a tres jugadores del único líder del torneo más importante a nivel local para desandar el espectacular inicio de campeonato. Además, Santiago Barbuscia, Fernando Enríquez y Juan Manuel Castro fueron los artilleros en la victoria del pasado domingo ante Alianza por 6-3.
Los tres tienen obligaciones diferentes en el campo de juego: Barbuscia es defensor, Enríquez oficia de mediocampista y Castro juega de delantero. Todo equipo cuando comienza un torneo tiene la expectativa de realizar una buena campaña y el momento de Griffa se amolda perfectamente a lo ideal.
“Nos preparamos en la pretemporada para estar donde estamos y la idea es mantenernos así durante todo el campeonato. Igual va a ser complicado. Seguramente Central y Newell’s van a levantar, pero estamos confiados que vamos a pelear hasta el final”, dijo dando el puntapié inicial Barbuscia. Y luego agregó: “Tenemos buenos jugadores, mucho recambio y los rivales seguramente nos van a empezar a respetar”.
El partido del domingo fue algo extraño. Muchos goles, varios expulsados e incluso se pitaron cuatro penales. “Sí, fue un partido muy raro. Muchos goles en poco tiempo. Por ahí se dan así y hay que aprovecharlos al máximo”, expresó Castro, autor de cuatro goles ante Alianza.
El delantero, un verdadero oportunista del gol, lleva ocho gritos en cuatro encuentros, una marca que no imaginaba tener a esta altura del torneo. “Todo gracias a los arqueros que dejaron pasar la pelota (risas). En realidad no pensaba hacer tanto goles, es más tenía en mente apenas hacer cuatro en todo el año. Pero cuando hay posibilidades de embocarla hay que aprovecharlas”, manifestó el atacante.
En cuanto a la cesión de la pelota, tal como se caracteriza en Europa cuando un jugador marca tres goles o más en un cotejo, Castro fue muy ocurrente con su respuesta.
“No, si me llevaba la pelota no podíamos practicar en la semana. Igualmente estoy tranquilo. Como los hice yo lo puede hacer cualquier compañero. Si ganamos no importa quién hace los goles, lo importante es quedarse con los tres puntos”, asumió el goleador del Molinas.
En tanto, Enríquez, el más callado de los tres, dejó bien sentado que una de las virtudes del equipo es el grupo. “En todo momento tratamos de apoyarnos. Rescato el compañerismo, el sacrificio que demuestra cada uno por el otro. Somos un grupo muy unido y eso hace más fácil las cosas”. Y luego aclaró: “Estamos todo el día juntos, somos de hacernos bromas y eso mantiene mucha armonía en el equipo”.
A su vez, Barbuscia mencionó qué hicieron tras el triunfo ante Alianza. “El domingo fuimos a comer a una casa un asado. Pero no hay que volverse locos, esto recién empieza y falta mucho camino por recorrer. Esperemos seguir así y los frutos se verán en el final del año”.
Castro se animó a hablar de Edgardo Araza, técnico de Griffa y uno de los responsables de este buen arranque. “Es muy piola, nos sentimos muy cómodos con él, con el esquema de juego. A veces le agarra la locura cuando pitan algunas faltas y se pone como loco. Pero está realizando un gran trabajo”, advirtió el delantero.
El líder del Molinas, en unas fechas o cuando Araza lo disponga, contará en la delantera con jugador de muchísima experiencia en la Rosarina: Leandro Castillejos, de 39 años y de una larguísima trayectoria.
“No jugó todavía con nosotros. Pero lo he enfrentado y creo que a medida que pasen los partidos va a ser muy importante su experiencia dentro y fuera de la cancha. Lo sumamos como uno más y está esperando su oportunidad de jugar como el resto de los chicos”, expresó Barbuscia, uno de los caudillos del equip, que el domingo además de convertir un gol se fue esxpulsado.
Con respecto a las expectativas a futuro, los tres coincidieron en aprovechar al máximo la oportunidad que se les presente. “Todos estamos esperando la ocasión para crecer y vivir del fútbol. Sabemos que hay que tener mucho sacrificio, pero hoy nuestra mente está en defender los colores de Griffa”, manifestó Enríquez.
Otra motivo de coincidencia fue el agradecimiento a la familia por el apoyo constante. “Por estar siempre, por bancarnos en todo momento y esperemos que el sacrificio que hacen por nosotros termine dando sus frutos”, sintetizó el volante.
Por último, los tres hablaron de sus actividades fuera del mundo fútbol. “Estoy cursando primer año de contador. Estudio porque uno sabe que el fútbol no es todo”, sentenció Barbuscia. “Soy ayudante del técnico de predécima y décima. Hago las planillas y en la semana doy una mano con las prácticas”, expresó Enríquez. “A veces ayudo un poco a mi papá, pero es mucho más la mangueada que otra cosa. Me gusta mucho dormir la siesta”, concluyó Castro.
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