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Molinas: un clásico con mucho ruido y pocas nueces

Por Franco Scala.- Newell’s y Central quedaron en deuda, jugaron un  partido para el olvido y empataron sin goles.


Toda la expectativa en la previa fue tirada por la ventana. Newell’s y Central protagonizaron un verdadero bodrio. Friccionado. Sin ideas. Pocas situaciones de gol. Miedo a perder. Ese combo hizo que el clásico del Molinas termine con un 0-0 que será olvidable para todos los que acudieron al predio de Bella Vista.

El primer tiempo fue un verdadero fiasco. Imprecisiones de ambos lados hicieron que el trámite del partido se tornara aburrido. La Lepra jamás pudo plasmar en el campo de juego el andamiaje colectivo que lo hizo apoderarse de la punta del campeonato. Y si bien tuvo sus propios defectos, el planteo de Central también influyó en la flaqueza futbolística del conjunto que dirige Carlos Polenta. Altolaguirre debió luchar siempre con el aguerrido Gómez Andrada y perdió más de las que ganó. Ni Hernández, ni Valdivia hicieron pesar su capacidad de desborde, una de las armas letales que tiene el Rojinegro.

El Canalla, por su parte, se ocupó más por neutralizar el juego leproso, que se olvidó de jugar. Y cuando lograba algo en ataque era despilfarrado por Fernando Resler, que tuvo una tarde para el olvido. Fernández intentaba ser conductor, pero fallaba en cada avance.

Los dos eligieron algunos remates de media distancia como única vía para llegar a la apertura. Pero el travesaño de-volvió un remate de Palma y tanto Barufaldi como Petrich, los dos arqueros, se mostraron seguros cuando les tocó aparecer. Esas jugadas fueron como un oasis en el desierto.

En el arranque del segundo tiempo la historia no cambió demasiado. La fricción fue más que la creación. Las imprecisiones se mantuvieron. Y a medida que pasaban los minutos el empate no le caía mal a ninguno de los dos.

Los técnicos, Polenta y Albarenque, intentaron cambiar con las modificaciones pero fue más de lo mismo. Siempre dio la impresión que si inclusive seguían jugando difícilmente el marcador se hubiese abierto.

Pasó el clásico, sin pena, sin goles, sin fútbol. Los dos quedaron en deuda. De todas formas, el punto favoreció más a Newell’s que a Central. Porque sigue puntero, aunque si Unión de Álvarez gana mañana su partido ante Griffa lo alcanzará en la cima de las posiciones. Para Central, quizás, fue la última chance de subirse al tren de la lucha por el título.

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