»Nadie detectó que hubiera personal militar allí. Son chinos, son todos iguales». La por lo menos infortunada frase corresponde a la canciller Diana Mondino, y la dijo para el diario Clarín en París, donde recibió la «hoja de ruta» que la Argentina debe cumplir para ingresar a la organización mundial de comercio Ocde. Poco antes, había estado en China en un intento de recomponer relaciones afectadas por la verba ideologizada del presidente Javier Milei. La referencia a los asiáticos indistinguibles fue en respuesta a una consulta por la inspección a la base espacial china que funciona en la localidad neuquina de Bajada del Agrio gracias a convenios bilaterales firmados entre 2012 y 2014, sobre la cual comenzaron a circular cuestionamientos sobre un posible carácter militar. Este viernes, la encargada argentina de las relaciones exteriores intentó aclarar el enunciado: eran todos iguales porque vestían de civil, dijo, y no solo los chinos sino los argentinos que fueron a relevar las dependencias.
«Yo a lo que me refiero es a que no había nadie uniformado», afirmó la ministra en diálogo con Radio Mitre. «Si le queremos poner a todo lo que se habla de China una mala palabra o algo discriminatorio o que tienen cosas…», buscó minimizar el desliz.
«Estábamos hablando de la visita a la estación espacial China en Neuquén», aclaró sobre la nota que brindó a Clarín, medio que transcribió la frase y la destacó en el título de la nota. «Fue una visita que ocurrió hace pocos días. Lo que destaqué fue la naturaleza civil del personal, que no había uniformes. Los argentinos también eran todos iguales, ninguno uniformado», argumentó la funcionaria.
También singular es que Mondino haya señalado que no se había detectado actividad militar ilegal –una versión fogoneada desde usinas oficialistas– por la sola inexistencia de uniformes. Nadie los vestiría si es que participa de una misión clandestina en otro país, y es de suponer que la atención de las autoridades que cumplieron con la visita debía estar puesta en otros aspectos menos evidentes e improbables si daban crédito a las versiones.
«Si queremos hacer algo abiertamente malinterpretado, se puede. Puede faltar parte de la frase, pueden faltar varias cosas», agregó Mondino sobre una posible tergiversación de sus declaraciones. E insistió: la visita a la Estación de Espacio Lejano, situada sobre la ruta provincial 33, fue con la participaron de autoridades nacionales y diplomáticos, y que a ellos se refería con «son todos iguales».
“La cooperación de China en estos temas es uno de los que ha captado la imaginación popular”, reenvió Mondino los ruidos discursivos con impactos diplomáticos que en gran medida son consecuencia de la actividad de los trolls libertarios. En otro intento de bajarle el tenor al furcio y los movimientos políticos que complican la relación con China, la canciller recordó que “también hay una base europea (en Malargüe, Mendoza) que fue visitada un día antes” que la de Neuquén.
En la misma entrevista de Radio Mitre, Mondino se refirió a su viaje a China como «muy positivo». Y agregó: «Había mucho interés por entender el proceso económico y político que hay en Argentina (a partir de la asunción de Milei como presidente), sobre cómo se mantiene la relación». Mencionó además de costado el swap con China que hay que renegociar y es clave para la contabilidad de las reservas del Banco Central, una posibilidad que está en entredicho tras los exabruptos «anticomunistas» del líder libertario y varios de sus colaboradores. «¿Por qué este año es un tema de gran preocupación? Es cierto que (el ex ministro de Economía, Sergio) Massa lo utilizó en una forma absolutamente fuera de todo lo imaginado para intervenir en el mercado, con un mecanismo de dudosísima transparencia», desvió el origen de probables complicaciones al respecto.