A poco más de una semana del comienzo de una serie de operativos ordenados por el juez de Instrucción Juan Carlos Vienna, que tiene como objetivo intentar desbaratar una asociación ilícita para cometer homicidios, acopio de armas y amenazas coactivas, la causa parece tomarse un respiro. Luego del indirecto aval al trabajo del juzgado provincial de parte de la Justicia federal, al no hacer lugar el juez Marcelo Bailaque a un pedido del fiscal Juan Murray de anular parte de los operativos, se siguen realizando distintas medidas procesales, muchas de ellas en silencio para no entorpecer la pesquisa y también para evitar filtraciones. A partir de mañana comenzarán a realizarse nuevas medidas, y no se descarta que el magistrado cite a declarar a otros integrantes de la Secretaría de Delitos Complejos, entre ellos su titular, Ana Viglione. Además, las miradas apuntarán también a varios jefes policiales –cuyos nombres se mantienen en reserva– que esta semana serán corridos de sus cargos, en el marco de los cambios previstos tras la asunción, el viernes, de nuevos jefes policiales en el departamento Rosario.
Desde hace poco más de una década, el apelativo Los Monos es un sello distintivo en todo lo concerniente al delito en los barrios Las Flores y La Granada, ubicados uno a cada lado de Circunvalación, muy cerca del final de bulevar Oroño y el comienzo de la autopista Aramburu. En sus comienzos, debió disputar territorio con otra banda de la zona, conocida como Los Garompa, de la cual salieron victoriosos, ya que sus rivales están muertos o tras las rejas cumpliendo condenas por delitos diversos. Distinta fue la suerte del clan que lidera la familia Cantero, ya que en esta misma década supieron salir indemnes de distintas investigaciones. Aunque posiblemente eso puede llegar a cambiar en breve.
La investigación, por la cual ya se hicieron casi 50 allanamientos en viviendas de Villa Gobernador Gálvez, Funes, Pérez, Granadero Baigorria y Rosario, comenzó hace nueve meses, tras el asesinato de Martín Paz, conocido como Fantasma, ocurrido el sábado 8 de septiembre del año pasado cuando iba manejando un BMW nuevo, valuado en casi 70 mil dólares, por inmediaciones de Entre Ríos y bulevar 27 de Febrero.
Desde un principio, esa muerte violenta fue catalogada como un ajuste de cuentas, perpetrado por un sicario. Los primeros indicios abonaban varias hipótesis sobre los autores intelectuales, y nada hacía pensar, por aquel entonces, que la banda Los Monos estaba tras el hecho, entre otras cosas porque la hermana de la víctima fatal estaba en pareja con Claudio “Pájaro” Cantero, quien se dejó ver esa tarde en las inmediaciones del lugar del crimen.
Pero en estos nueve meses se sucedieron al menos una decena de crímenes, la mayoría vinculados con Los Monos. La investigación del juez Vienna apuntó entonces hacia el clan Cantero, y luego del asesinato de su líder, el Pájaro, se aceleraron las órdenes de allanamiento y detención, que además fueron hechas por personal policial no asentado en el departamento Rosario.
Allegados al caso mencionaron que esta semana podría ser citada a prestar declaración informativa la titular de la Secretaría de Delitos Complejos, Ana Viglione, ya que dos de los policías que formaban parte de su propio equipo de trabajo están detenidos e incomunicados, imputados de asociación ilícita, cohecho y tráfico de influencias. En carpeta está también solicitar la presencia en Tribunales de varios responsables de distintas dependencias policiales de la ciudad de Rosario, que esta semana serán corridos de sus cargos por las nuevas autoridades de la Unidad Regional II, que asumieron anteayer por la mañana.
En tanto, continúa la búsqueda de Ariel Cantero –líder de la banda de Los Monos–; sus hijos Máximo Ariel Cantero, alias Guille, y Roberto Ramón “Monchi” Machuca; Luis “Pollo” Bassi; su presunto lugarteniente, Milton Damario; y Milton César. Los tres últimos están sindicados como quienes pergeñaron el crimen de Claudio “Pájaro” Cantero, ocurrido el 26 de mayo último, que derivó en otros tres crímenes en presuntas venganzas.
Todas las causas van a Instrucción 4ª
La saga que, se presume, comenzó con el asesinato del Fantasma Paz hace 9 meses y es investigada por el juez Juan Carlos Vienna tuvo como final (hasta ahora) cuatro homicidios cometidos en menos de 72 horas, a fines de mayo pasado. Los casos están en dos juzgados diferentes al de Vienna, por lo que se estudia solicitar que todas las causas se acumulen en el Juzgado de Instrucción de la 4ª Nominación, que ya lleva 9 meses trabajando en el tema.
Uno de los crímenes es el de Claudio “Pájaro” Cantero, cometido en la mañana del domingo 26 de mayo pasado, en la puerta del boliche Infinity Night, ubicado en el límite entre Rosario y Villa Gobernador Gálvez. Ese crimen es investigado por el juez de Instrucción 11ª Hernán Postma, y el fiscal Enrique Paz.
Al día siguiente quien fue asesinado fue Diego Oscar Demarre, alias Tarta, dueño del boliche donde poco más de 24 horas antes había sido ultimado Cantero. Demarre fue seguido hasta su casa, ubicada en bulevar Seguí al 600, y asesinado cuando estaba estacionando su auto.
Y en el tarde del martes 28 de mayo, los asesinados fueron Marcelo Alomar y Nahuel César, éste último hermano de quien se dice era el sicario o guardaespaldas del Tarta. Ambos cayeron en inmediaciones de avenida Francia y Acevedo, donde también resultaron heridas dos personas, entre ellas la madre de Nahuel, quien quedó cuadripléjica.
Estos tres asesinatos son investigados por el Juzgado de Instrucción 13ª, que encabeza el juez Gustavo Pérez Urrechu, y la fiscal Cristina Herrera.
Voceros judiciales indicaron que se está estudiando la posibilidad de solicitar que las causas que tienen los jueces Postma y Pérez Urrechu sean derivadas al juzgado de Instrucción 4ª, ya que el juez Juan Carlos Vienna viene trabajando en el tema desde el 8 de septiembre pasado.