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Cable y teléfono: Monos traficaban desde el fijo del penal

En el marco del juicio por el caso Los Patrones, un policía describió la presencia en la celda de Guille Cantero y Ema Chamorro de un aparato conectado a la oficina de los celadores. Fiscalía pidió que se cite a declarar como testigo al director del penal

El juicio contra los cabecillas de la banda Los Monos por tráfico y comercialización de estupefacientes continuó este jueves con normalidad con los testimonios de policías antidrogas que participaron de la pesquisa. Entre ellos un comisario de la Policía Federal de Corrientes, quien realizó el allanamiento a un depósito de la capital correntina donde secuestraron más de 300 kilos de marihuana; un cabo que trabajaba de chofer en los seguimientos de sospechosos y participó de la detención de uno de los sindicados proveedores y el sargento que a fines de 2015 allanó las celdas de Máximo Ariel “Guille” Cantero y Jorge Emanuel “Ema” Chamarro en la cárcel de Piñero, acusados de liderar el tráfico desde ese penal, a través de un teléfono fijo. La declaración de este testigo aportó, para la Fiscalía, una prueba nueva, por lo que solicitó que se cite a declarar a quien entonces dirigía ese penal santafesino, medida criticada por una de las defensas.

Minutos antes de que comience la audiencia de este jueves en el juicio por el caso Los Patrones y cuatro causas conexas con 39 imputados en el banquillo, la defensora de Elizabeth Cocimi, una joven correntina que es juzgada privada de su libertad, denunció ante el tribunal por infrahumanas las condiciones en las que se encuentra la mujer, sin descanso digno, con un colchón demasiado delgado que le acrecienta problemas en la columna y sin lugar para tener su ropa. Luego del planteo, el tribunal llamó a declarar al primer testigo de la jornada, el comisario de la Policía Federal Walter Daniel Zanek, quien respondió preguntas sobre el allanamiento que realizó a fines de 2015 en la ciudad de Corrientes, donde cumplía funciones, cuando la causa ya estaba avanzada y los pesquisas habían deducido por escuchas telefónicas que la banda iba a trasladar estupefacientes desde el noroeste del país hasta Rosario.

Zanek dijo que le costó llegar al galpón que debía allanar porque estaba en un barrio precario, de difícil acceso, ya que había una sola calle que conducía al lugar, y que luego se cortaba y debía tomar por un sendero que cruzaba una villa de emergencias. Agregó que una vez allí sólo vio el frente de un depósito cerrado pero que adentro tenía una construcción de dos plantas en los fondos, atípica para esa zona, donde vivía la persona detenida. Agregó que en una de las habitaciones encontraron más de 300 kilos de marihuana y en la parte delantera una Fiat Fiorino que estaba siendo acondicionada para guardar panes con marihuana en la carrocería de las puertas traseras.

Ese allanamiento fue realizado luego del seguimiento de un camión marca Mercedes Benz, que había salido de Rosario y luego partió desde la provincia de Corrientes rumbo a Chaco hasta ser interceptado en la localidad de Santa Sylvina de esa provincia. El conductor, Andrés Lasalle, está acusado de llevar en la parte trasera de la cabina ocultos en un doble fondo más de 340 kilos de marihuana. El camión era escoltado por un Volkswagen Cross Fox, donde detuvieron a Cocimi. Para la Fiscalía, el auto que hacía de campana era conducido por Elías «Patrón» Sánchez, quien logró huir antes de que lo capturara la Policía y dejó sola a Elizabeth. Sánchez cayó preso en noviembre de 2016.

Luego siguió el testimonio de un cabo de la Policía Federal que en esa época trabaja en la delegación Rosario, quien participó en la causa Los Patrones con seguimientos encubiertos y toma de fotografías. Ezequiel Páez dijo ante el tribunal que participó de las tareas investigativas en el Chaco y también siguiendo a Jésica Lloan, la pareja de Ema Chamorro, quien conducía un Peugeot 206 rojo que en una de las salidas lo llevó hasta Diego Cuello, sindicado proveedor de cocaína de la banda. Según Paéz, el seguimiento de la mujer lo llevó también hasta el clan Peñalda en Ibarlucea, donde más tarde fue detenido Luis “Muchacho” Peñalba. En este caso, está sindicado como proveedor de marihuana de Los Monos.

La jornada continuó con la declaración de Catalino Lisandro Ferreyra, un sargento santafesino que trabajó en la causa Los Patrones y fue quien allanó las celdas de Guille Cantero y Ema Chamorro. El policía, quien durante la declaración pidió que lo dejen salir a tomar aire por sufrir ataques de pánico en lugares cerrados, recordó con dificultad el allanamiento que realizó junto a un superior en las dos celdas de la cárcel de Piñero, e hizo hincapié en que una tenía televisor, computadora, equipo de música, play station, un colchón con frazadas y un paquete de tabaco con seis cigarrillos de marihuana adentro.

La línea fija

Este policía también relató que en esa celda había un aparato de telefonía fija con un cable blanco que atravesaba varias celdas hasta llegar hasta la sala de los celadores del Servicio Penitenciario. Agregó que al realizar la pesquisa en la celda, Guille Cantero le pidió a Chamorro que le leyera la orden, porque no sabía leer. Y que en ese lugar también secuestró 17 recortes de papel con un listado de números celulares.

La defensa de los acusados hizo que el policía testigo aclarara en qué celda estaba el teléfono, y que respondiera si consultó a las autoridades del penal acerca de si esa conexión tenía permiso, ya que estaba a la vista de todos.

La declaración valió que la Fiscalía solicitara que sea citado a declarar en la causa como testigo el director del penal en esa fecha, noviembre de 2015. La defensa no se opuso a que se investigue si hubo un delito por parte del Servicio Penitenciario, pero consideró que no debía declarar como testigo en esa causa, porque era ajeno.

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