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Monos: imputaron a adolescente por una de las balaceras

Tiene 17 años y le adjudican ser uno de los gatilleros que en la noche del 29 de mayo baleó el frente de un edificio de Montevideo al 1000 donde había residido el juez Ismael Manfrín, quien presidió el tribunal que condenó al clan Cantero. Rechazó los cargos y su defensa pidió la libertad

Tavi está detenido en el Irar. Allí volvió tras la indagatoria a la que fue sometido este viernes en el Juzgado de Menores N° 4. Lo imputaron por el ataque a tiros del pasado 29 de mayo a la propiedad de calle Italia al 2100 donde hasta 50 días antes había residido el juez Ismael Manfrín. Lo acusan de ser uno de los autores materiales de los disparos a la casa por orden de Ariel «Guille» Cantero. El chico de 17 años se desligó, aseguró que estuvo con su mamá, en su casa, aquella noche. Sus defensores pidieron el egreso del Irar, planteo que se resolverá en los primeros días de la próxima semana.

En la audiencia desarrollada este jueves contra Brian F., alias Cebolla, el sospechoso de perpetrar el ataque a tiros al edificio de calle Montevideo al 1000 donde vivió hace varias décadas Manfrín, minutos antes de la balacera en calle Italia, la Fiscalía contó que Tavi tiene 17 años y es sobrino de Rosa, la actual pareja del padre de Guille, Ariel «Viejo» Cantero, con quien la mujer tiene otros cuatro hijos.

Según una fuente del caso, Tavi quedó vinculado con el ataque a la propiedad de calle Italia por escuchas telefónicas. Hay una puntual que resaltan los investigadores: “Le tenés que meter 9 tiros al frente”, habría dicho su interlocutor no sin antes dar la ubicación de la propiedad. Para los investigadores, estos dos ataques que se produjeron con muy poco tiempo de diferencia se asientan en la hipótesis de que Guille Cantero fue el ideólogo. En las escuchas donde se lo nombra, que son una veintena, el chico aparece por el apodo y a partir del sobrenombre lo identifican.

Otro de los elementos que se desprenden del caso es la declaración de un policía. A pocos metros de la casa de calle Italia, casi enfrente, se encuentra la comisaría 5a. El uniformado dijo haber visto el movimiento de los jóvenes en una moto, cuyas características describió. Los siguió por calle Moreno al sur y los perdió al llegar a Deán Funes.

Tavi escuchó en la mañana de este viernes la imputación por amenazas coactivas agravadas por ser anónimas, por la utilización de armas y por tener como propósito obtener como medida alguna concesión del poder público. Asistido por los defensores Mariano Scaglia y Hernán Tasada, Tavi optó por declarar: negó su participación en el hecho y dijo que estaba en su casa con su madre en ese momento.

Tasada explicó que el pibe no tiene antecedentes penales ni se le secuestró elementos incriminantes, ni siquiera tenía teléfono celular al ser arrestado. Por lo que pidieron su externación del Irar, ya que entienden que no hay evidencia que lo incrimine en el hecho.

El planteo de la defensa fue trasladado a la Fiscalía –aunque se desconoce quién intervendrá, porque la Legislatura aprobó los pliegos de los fiscales del viejo sistema para que pasen al nuevo este jueves– y se estima que entre lunes o martes se resolverá el planteo.

Por este par de ataques inaugural está identificado un tercer sospechoso, mencionado en las escuchas y en un testimonio de identidad reservada, a quien se nombra por su apodo, Bichi, quien no fue hallado en los 25 allanamientos del pasado martes en distintos sectores de la ciudad, en Granadero Baigorria y en Puerto Gaboto.

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