Search

Monos: justificar o no las irregularidades policiales

El fiscal Adolfo Villatte cruzó al ministro de Justicia Ricardo Silberstein, quien había criticado el accionar del fuero federal en el caso de Los Monos: “Como en el caso Chocobar, sería desacertado llevar adelante un juicio a toda costa”.

Cualquier curioso que el 11 de septiembre de 2015 hubiese pasado por la sala de audiencias de los Tribunales Federales podría haber sido espectador de una película de los hermanos Cohen, pero filmada por la Policía santafesina.  Medio centenar de agentes corrían por la chacra, tiraban abajo puertas, acomodaban droga. Claro que el detalle más curioso fue la parte en el que se observa a un sargento que al encontrar una bolsa con dinero grita “bingo: efeté” y se la lleva. Ese procedimiento filmado que acumulaba irregularidades fue entregado al fiscal Adolfo Villatte un día antes del juicio por la llamada Narcochacra de Alvear. Mientras los analizaba desistió de acusar a los imputados por el cúmulo de irregularidades. Ahora, tres años después, esa decisión fue cuestionada por el ministro de Justicia de la provincia, Ricardo Silberstein, quien acusó en declaraciones a LT8 al fuero federal de no ocuparse de la banda de Los Monos: «Si usted se pone a analizar lo que aconteció en este famoso juicio del caso de Los Monos, uno puede llegar a pensar que sectores de los fiscales federales entorpecieron la investigación o complicaron la investigación que llevó adelante la provincia».

“Me parece que el ministro habla sin conocer los detalles de ese proceso. Si los conociera no podría aprobar un accionar ilegal de la Policía. Él considera que favorezco al narco porque denuncio un accionar ilegal de la Policía, pero estaría renunciado a las garantías de una persona a ser juzgada”, describió el fiscal.

El fiscal comparó el caso con el de Luis Chocobar, el policía que mató por la espalda a un ladrón en el barrio porteño de La Boca. “En ambos casos están en juego las garantías. Nadie quiere que un juicio se lleve adelante a toda costa con irregularidades policiales, sería como mínimo desacertado”, opinó. Y agregó que su rol no es perseguir cualquier cosa a toda costa, sino cumplir las garantías constitucionales y el orden republicano.

En la causa de la Narcochacra, el allanamiento, en abril de 2013, partió de una orden del cuestionado juez provincial Juan Carlos Vienna –el mismo que instruyó la megacausa Monos por asociación ilícita–, quien habilitó a la Policía a revisar el lugar para que buscaran electrodomésticos robados. “O Vienna fue engañado, o bien conocía que la información era falsa y dictó la orden igual. Por eso pedí que se investigue”, sostuvo el fiscal. Sin embargo, a Vienna nunca lo investigaron.

El video

Un campo extenso, con galpones y al menos dos casas se puede observar en el video en el que se intentó registrar el polémico operativo. Pero era una sola cámara que filmaba de a uno los espacios, mientras medio centenar de policías recorría la granja.

El sonido de los gallos cantando se interrumpe primero con una violenta rotura de la puerta de la casa principal a cargo del Cuerpo Guardia de Infantería, sin exhibir orden alguna, y después, con los gargajos del camarógrafo o algún policía que no aparecen en la filmación, pero tenían un grave problema con la flema que no se observa si llegan a expectorar.

Rápido, la cámara ingresa a la casa donde en forma desordenada los policías tocan todo lo que hay, cajones, armarios. Y ahí se puede observar la parte más célebre del operativo, esa en la que un hombre identificado como el sargento Benítez encuentra una bolsa, grita “bingo: efeté (por efectivo)” y desaparece; motivo por el cual, mucho antes del juicio, se había abierto una pesquisa en la Justicia provincial. Ya fuera de la casa, también se escucha al policía decir: “Encontré lo que buscaba”. Es la famosa bolsa, al parecer con dinero, que nunca apareció. En un momento, uno de los policías pregunta si tienen algún testigo y otro que le contesta que lo están yendo a buscar.

Mientras el video corría, a medida que los policías tocaban, sacaban y acomodaban, en la sala, donde se llevaba adelante el juicio, el magistrado Otmar Paulucci preguntó a uno de los policías: “¿En algún momento ustedes recibieron algún tipo de instrucciones sobre preservar las huellas o algo? Porque hubiera sido útil preservar algunas”.

El agente que dijo haber encontrado droga en un chiquero  no puedo explicar por qué fue al lugar. “Vi que había un arma clavada en el chiquero, como si alguien se la hubiese descartado. Y al lado, en una cámara séptica, encuentro las bolsas cuando corro las tapas”, declaró. En la filmación se ve una mano acomodando las bolsas.

Agregó que las bolsas estaban mojadas y embarradas, pero no pudo dar cuenta cuál era el estado de la droga que estaba en el interior. El camarógrafo grabó un poco la cámara séptica y después caminó con otros policías que no dejaban de hablar por teléfono y contaban que encontraron de todo: “armas, guita y galopa”.

Por el caso todos los acusados fueron absueltos, incluso en la Justicia provincial, donde se investigaba la tenencia de armas de fuego. Al revocar los procesamientos, la camarista Georgina Depetris habló de un “insuperable estupor” al observar la famosa filmación. El dueño de la Narcochacra, Diego Cuello, está hoy detenido en el marco del operativo Los Patrones, que desbarató la operación de la célula de Los Monos cuyo liderazgo se adjudica a Ariel “Guille” Cantero y que importaba marihuana paraguaya vía Corrientes y cocinaba pasta base de cocaína. En aquellos operativos de abril de 2013, Cuello firmó un abreviado a un año y ocho meses de prisión luego de que le hallaran una escopeta oficial en uno de los domicilios que le allanaron.

10