La jueza Alejandra Rodenas procesó a Ramón Ezequiel Machuca, alias Monchi Cantero, como autor intelectual de los homicidios de Marcelo Alomar, Nahuel y Norma César. El hecho ocurrió dos días después del crimen de Claudio “Pájaro” Cantero y, según la investigación, en el marco de una saga de venganza por la muerte del jefe del clan. Por su parte, su ladero Mariano Salomón fue procesado por encubrimiento agravado en el triple crimen que tuvo lugar en la zona oeste. Finalmente Monchi logró un sobreseimiento como autor intelectual del asesinato de Diego “Tarta” Demarre, entonces dueño del boliche Infinity Night en cuya puerta Pájaro Cantero recibió 5 balazos. Su muerte fue parte de los hechos de ese fin de mayo de 2013 donde su hermano Guille Cantero se encuentra procesado como autor material junto a otros miembros de la banda.
Una investigación por el crimen de Martín “Fantasma” Paz, cuñado de Claudio “Pájaro” Cantero, ocurrido en septiembre de 2012, derivó en una investigación penal que durmió algunos meses en manos del entonces juez de Instrucción Juan Carlos Vienna. Allí, el padre de Paz sindicó al clan Cantero. A partir de la agenda del celular de su hijo se obtuvieron números de celulares y se ordenaron intervenciones telefónicas. El 26 de mayo de 2013, el Pájaro Cantero fue asesinado mientras orinaba a metros del boliche Infinity Night en el límite entre Rosario y Villa Gobernador Gálvez.
Según la pesquisa, el Pájaro era el mandamás de la banda Los Monos, que comandaba junto a sus hermanos, dedicada a cometer diversos delitos cuyo fin era la comercialización de drogas. De la investigación principal surgió un enfrentamiento de la banda de Los Monos con Luis “Pollo” Bassi. El 15 de mayo de 2013, Monchi mandó a cerrar un búnker de drogas que terminó tiroteado. En esa balacera, la adolescente Lourdes Canteros perdió la vida, un familiar sostuvo que el hermano de la víctima vendía para el padrastro de Milton César.
Muerte e ira
El 26 de mayo el Pájaro fue asesinado. Esa muerte desató la ira del grupo que salió a sangre y fuego a vengar el crimen, según la investigación. Las comunicaciones entre Monchi y su hermanastro Guille Cantero fueron incesantes; no sólo entre ellos sino también con su padre y miembros del grupo, incluso con policías aliados que le brindaban datos de la situación e información sobre los posibles autores, explica la resolución Al día siguiente, Diego Demarre fue asesinado tras ir a Tribunales a intentar desvincularse. Al volver a su casa, un automóvil se le puso a la par. Cuando intentó doblar en U, en Maipú y Seguí, le efectuaron reiterados disparos que lo llevaron a la muerte. Según la investigación Demarre estuvo esa noche en el boliche, aunque no iba desde el 2012 ya que otra persona lo explotaba. Un testigo le escuchó decir a la viuda que su pareja estaba amenazada y se habrían vengado por ser el dueño del boliche.
Monchi generó diversas comunicaciones para conocer el estado de salud de Demarre, aunque según la investigación su hermano fue el autor material, mientras que Andrés “Gitano” Fernández prestó una colaboración necesaria. A su vez, fueron procesados Leandro Vilches y Jorge Chamorro como partícipes secundarios. Monchi fue imputado de instigar el crimen, aunque el grado de jerarquía que tenían Monchi y Guille hablaba de una coordinación entre ellos, por lo que fue sobreseído por ese achaque penal.
La búsqueda
Mientras buscaban a Miltón César, al padre del Fantasma Paz y a Facundo “Macaco” Muñoz, según las comunicaciones, se produce un nuevo ataque. La tarde del 28 de mayo dos motos balean una chata que circulaba por Avellaneda y Acevedo con 6 ocupantes, dos de ellos menores de edad. Según se pudo determinar, los ocupantes de las motos dispararon de atrás hacia delante. Mataron a Nahuel César y Marcelo Alomar –un mecánico amigo de Bassi–, también hirieron a Norma César y a su pareja, mientras que los niños resultaron ilesos. Norma quedó parapléjica y murió varios meses después,
Según las comunicaciones, durante la mañana Monchi buscó municiones y luego del ataque se dedicó a hablar con distintas personas, especialmente con el policía Juan “Chavo” Maciel, para conocer los resultados del ataque y la información que tenía la Policía. Posteriormente, se comunicó con Salomón y le dijo: “Avisale al Cata que buscan auto negro que termina en 01 la chapa”.
La búsqueda siguió con los otros sindicados. Durante el 28 y 29 de mayo Monchi averiguó los posibles lugares donde podía estar Miltón César. Guille Cantero se fue hasta Santa Fe en busca de una casa donde podría estar Paz y también balearon la casa de los abuelos de Macaco Muñoz, y buscaban a Milton Damario. Los dos últimos, igual que Bassi, fueron procesados por el crimen del Pájaro.
Rodenas explicó que la banda cambió de objetivo a partir de la muerte de Cantero y que la dinámica del crimen de los César y Alomar es la misma que en el crimen de Demarre: “Primero se ejecuta y acto seguido se verifican los resultados”. Entre Guille y Monchi no hay órdenes sino coordinación, sostiene la jueza. El 30 de mayo hubo una pausa y la magistrada la relaciona con un llamado de un funcionario policial de la Policía Federal que le avisa que los estaban monitoreando.
Esos hechos de sangre que se producen estos días tuvieron un límite con una serie de allanamientos a la familia Cantero y su grupo, el 31 de mayo de 2013. Estas medidas fueron dispuestas en el marco de la investigación por el crimen de Paz, causa que viró a una pesquisa por asociación ilícita que derivó en una cuarentena de involucrados, muchos de ellos condenados en juicio abreviado y otros a la espera del juicio oral. Esta causa principal generó un granel de escuchas que vincularon al grupo con diversos crímenes que se fueron conectando y tuvieron como eje la venganza, concluye la jueza. Incluso se determinó que una de las armas utilizada en el homicidio de Demarre se usó en el ataque a Alomar y los César.
Rodenas concluyó que la banda interrumpió su funcionamiento normal para vengar la muerte de Cantero y en esa dirección aparece Monchi como jefe en la continuada acción de venganza, aunque no era el único jefe: Guille y el Viejo Ariel (también encaudado por asociación ilícita) aparecen en ese rol para ese momento.
La jueza sostuvo que en algunos casos los jefes ejecutaron los hechos, y ejemplifica con Guille en el crimen de Demarre. Aunque en los homicidios de los César y Alomar la prueba apunta a la instigación del hecho en cabeza de Mochi, a quien procesa por tres hechos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. También fijó un embargo sobre sus bienes de 10 millones de pesos. Por su parte, Mariano Salomón será llevado a juicio por encubrimiento agravado, si la resolución queda firme. A su vez Rodenas trabó embargo sobre sus bienes por un millón de pesos.
Confirman otras acusaciones
La Cámara Penal confirmó el viernes pasado los procesamientos de Ramón Machuca, alias Monchi Cantero, como jefe de la asociación ilícita y por la instigación del homicidio de la adolescente Lourdes Cantero. El fallo del juez Carlos Carbone también alcanza a Mariano Salomón como integrante de la banda de los Monos. “Aquella asociación ilícita que compra la honestidad de los policías, quienes están destinados a combatirla, está revelando la existencia de un plan de alta gravedad social”, dijo el magistrado al dar por tierra el planteo de la defensa, enfocado en la instrucción del juez Juan Carlos Vienna, cuestionado, entre otros ejes, por sus vínculos con el padre del narco Martín “Fantasma” Paz, cuyo homicidio dio origen a la investigación, y por el episodio donde otro de los imputados filmó a Vienna de mientras éste le pedía que cambiara de abogado si quería salir en libertad. Para el camarista, “si bien son motivo de perplejidad y de sanción por la Corte, más cierto es que la actuación del magistrado ha sido validada por el Superior en distintos incidentes de recusación”. Y destacó que las dos prisiones preventivas apeladas, que en su fallo Carbone confirma, fueron resueltas por la jueza Alejandra Rodenas y no por Vienna.
Sobre el caso de Lourdes Canteros, asesinada en su casa de barrio de la Carne en mayo de 2013, Carbone validó las escuchas donde Monchi, según la acusación, autoriza el ataque sobre la vivienda en la que al parecer se comercializaban drogas. La causa tiene a un policía condenado, Juan Carlos “Tiburón” Delmastro, interlocutor de Machuca, en la escucha, a seis años y medio de prisión como partícipe.
Ardua y compleja
En conferencia de prensa, Alejandra Rodenas sostuvo que la Justicia provincial dio una respuesta a la ciudadanía en una de las causas más arduas y complejas del sistema en los últimos tiempos. Refirió que esta resolución es la última de una serie de decisiones judiciales sobre causas que se acumularon a la principal –es decir la asociación ilícita que tiene al grupo como protagonista– durante el sistema conclusional.