El primer ministro italiano, Mario Monti, pidió ayer un mayor papel político de su país enla Unión Europea(UE) y advirtió que sus compatriotas tienen un límite para soportar los ajustes y podrían lanzarse a las calles en protesta por las severas medidas adoptadas contra la crisis de la deuda. Además de esto, el italiano se mostró a favor de poner el impuesto al capital financiero (tasa Tobin).
“Si los italianos no ven que sus esfuerzos de ahorro y reforma dan resultados, en Italia se dará un movimiento de protesta contra Europa y también contra Alemania, que es vista como cabecilla de la intolerancia dela UE, y contra el Banco Central Europeo”, advirtió en una entrevista publicada ayer por el diario Die Welt.
Más tarde, también ayer, el nuevo jefe de gobierno italiano aprovechó la reunión que mantuvo en Berlín con la canciller Angela Merkel para garantizar no obstante que –en términos económicos– de Italia no se desprende ningún peligro de contagio al resto de Europa.
Además, tras el encuentro con Merkel, Monti manifestó públicamente su respaldo político a la iniciativa de Alemania y Francia de gravar con un impuesto las transacciones financieras, aunque dijo preferir que se aplique a todala UEy no sólo a los 17 países que conformanla Eurozona.
Berlín y París dicen que bastará con que el impuesto esté vigente para la zona euro y que será más difícil que su alcance sea todala UEporque el Reino Unido se opone al plan, mientras que Monti sostiene que pese a preferir que sea para los 27 miembros del bloque no descarta estar de acuerdo con la postura franco-alemana.
El gobierno de Berlusconi había rechazado firmemente el impuesto financiero, pero Monti ya dijo que le parece una buena idea sobre todo para aliviar las cargas impositivas de las familias.
Monti y Merkel, que se entrevistaron en la sede dela Cancilleríade Berlín, realizaron una defensa a ultranza dela UEy del euro, aunque reconocieron que la crisis de deuda representa un desafío histórico.
Merkel elogió los esfuerzos de Italia y las “extraordinariamente importantes y destacables medidas adoptadas por el gobierno de Monti” en sus primeros días, tras asegurar que las medidas de consolidación presupuestaria y las reformas estructurales introducidas “serán lo que fortalezcan Italia”.
Monti, que marcó diferencias con Merkel y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, recalcó que los italianos sólo pueden hacer los esfuerzos que se les exigen convirtiéndose en víctimas, si con ello se les asegura “ventajas concretas”. Monti aspira a que el dúo Merkel-Sarkozy se convierta en un trío que incluya a Italia.