El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, aseguró hoy que el acampe que había instalado la Tupac Amaru frente a la Casa de Gobierno provincial «fue un intento de golpe institucional», ya que consideró que lo «quisieron voltear» para «mantener sus negocios».
«Acá me quisieron voltear. Lo que fracasó fue un intento de golpe institucional. Hubo sedición. Estos 50 días (de acampe) fueron para derrocar al gobierno. Querían voltear al gobierno y mantener sus negocios», sostuvo el referente radical.
Asimismo, el ex jefe del bloque de la UCR en el Senado acusó a la agrupación kirchnerista Tupac Amaru y a su líder, Milagro Sala, de «presionar a todos: a intendentes, a cooperativas, a la gente».
«Nosotros queremos terminar con un clima de violencia que agobia. Milagro es la jefa de una asociación ilícita, de una organización social que fue mutando en una organización mafiosa», denunció Morales en una entrevista con el diario La Nación.
En ese sentido, el gobernador jujeño subrayó: «Yo no voy a parar. Voy a fondo con esto».
La diputada del Parlasur se encuentra detenida desde el 16 de enero por la presunta comisión de los delitos de asociación ilícita, defraudación al Estado y extorsión, aunque en un principio había sido acusada por instigación al delito y tumulto.
En repudio por la detención de Sala organizaciones sociales del kirchnerismo llevan adelante un acampe en la Plaza de Mayo que, según ratificaron esta semana tras reunirse con el Gobierno, se mantendrá hasta que recupere la libertad la ex legisladora provincial.