Los investigadores del femicidio de Elizabeth Alejandra Toledo, una mujer de 47 años con retraso madurativo que fue encontrada estrangulada, golpeada y violada en el partido bonaerense de San Fernando el 30 de diciembre último, determinaron que mordeduras que tenía la víctima en los brazos coinciden con la dentadura de un detenido por el hecho, informaron hoy fuentes judiciales.
En base a esa evidencia, que descartó a otros dos sospechosos, la fiscal a cargo de la causa, Bibiana Santella, solicitará la prisión preventiva de Miguel Saturnino R. (51) por el «abuso sexual, homicidio agravado por críminis causa y femicidio» de su pareja Elizabeth, adelantaron a Télam las fuentes consultadas.
La titular de la Fiscalía Especializada en Violencia de Género de San Fernando recibió este martes los resultados del peritaje realizado por expertos en odontología forense de la Policía Científica de La Plata que trabajan en el caso.
Los peritos cotejaron la impronta de la mordida que dejó el asesino en los antebrazos de la víctima con las marcas que deja la mordedura de Miguel Saturnino R. y de otros dos sospechosos y concluyeron que había una coincidencia con la pareja de Toledo, lo que es un indicio fuerte en su contra.
Ahora la fiscal aguarda las pruebas de ADN ordenadas en el marco de la causa, en las que se cotejará el material genético obtenido del cuerpo de la víctima con el ADN del sospechoso.
El principal sospechoso fue aprehendido el 3 de enero último por efectivos de la comisaría Virreyes Oeste, la 4ta. de San Fernando, cuatro días después del femicidio.
Toledo fue hallada asesinada el 30 de diciembre pasado, alrededor de las 6 de la madrugada, en una habitación de madera tipo altillo, en el segundo nivel de la precaria vivienda que habitaba en Boedo y Gorriti, del barrio Presidente Perón, en Virreyes Oeste, partido de San Fernando, en el norte del conurbano bonaerense.
El cuerpo de la víctima estaba desnudo y con visibles golpes en el rostro y boca arriba en uno de los colchones tirados en ese ambiente desamoblado.
La autopsia determinó después que Toledo había sido sometida sexualmente por vía vaginal y anal, que le habían dado una paliza -sobre todo golpes en la cabeza-, y que la causa de muerte fue un estrangulamiento manual.
La fiscal Santella comenzó a investigar el caso y apuntó como sospechosos a Miguel Saturnino R. y a otras dos ex parejas que habían convivido con la víctima y fueron identificadas en la causa como “el tío Jorge” y “Fernando”.
Miguell R. fue la persona que llamó al 911 para reportar el hallazgo del cuerpo y primero declaró como testigo, aunque luego la fiscal le notificó tanto a él como a los otros dos hombres que estaban bajo investigación.