Para evitar que la inflación en ascenso se acentúe en los útiles escolares de cara al inicio del ciclo lectivo, el funcionario retomará una política ya conocida por la administración kirchnerista.
Como entre 2005 y 2008, el Gobierno intentará que los empresarios supermercadistas firmen un acuerdo de precios máximos para una canasta de artículos escolares, aunque en el sector hay escepticismo sobre el posible éxito del plan.
Algunos supermercadistas sostienen que los acuerdos de precios no son soluciones sostenibles y reclaman a la administración de Cristina Kirchner que se encargue se controlar la inflación, que se aceleró en el comienzo de 2010.
Los útiles escolares aumentaron un 20 por ciento en promedio en febrero, con picos del 40 por ciento, y los valores generaron elevado malestar en los padres y tutores que necesitaron un esfuerzo mayor al esperado para equipar a sus hijos.
La preocupación está puesta en que si la inflación continúa acelerándose, los precios de los útiles seguirán subiendo durante el año escolar.
Son varios los gobernadores que ya acordaron canastas escolares con los empresarios de sus provincias, como es el caso de Mendoza, donde rige una de 101 pesos en 1.500 librerías.
Así como lo hará con el sector de los útiles, Moreno buscará esta semana ponerle un tope a los precios de la carne y de la medicina prepaga, con quienes vienen negociando desde hace 15 días sin poder acordar.
