Los presos alojados en la comisaría 24ª de Granadero Baigorria iniciaron pasado el mediodía de ayer una protesta que incluyó la quema de colchones por malos tratos de parte del personal policial, deficiencias en el lugar de detención, en las raciones de comida y falta de higiene, entre otras cosas. Además, algunos solicitaron traslados. Bomberos voluntarios apagaron el incendio con la ayuda de vecinos de la cuadra, que permitieron su ingreso por los techos ya que los reclusos cerraron las puertas del penal y se negaban a abrirlas. En tanto, familiares de varios presos generaron disturbios y apedrearon el frente de la comisaría.
Todo se inició cerca de las 14 de ayer, en la seccional 24ª, ubicada en Moreno 160, del barrio Centro de Granadero Baigorria, donde los 23 alojados iniciaron una protesta que comenzó con gritos y amenazas de prender fuego las instalaciones si no eran atendidas sus demandas, principalmente, de mejores condiciones de detención.
En pocos minutos, la situación se volvió un tanto tensa, ya que comenzaron a llegar familiares de varios de los presos, que venían de visita y se encontraron con la comisaría cerrada y la cuadra prácticamente cercada por patrulleros del Comando Radioeléctrico y el Cuerpo Guardia de Infantería.
Cerca de las 15 empezó a salir humo negro del interior de la comisaría, por lo que bomberos voluntarios de Capitán Bermúdez, que habían llegado al lugar como apoyo, intentaron ingresar para apagar el foco ígneo, pero no pudieron ya que los propios reclusos se negaron a abrir las puertas que dan a las celdas.
Ante esto, los bomberos –junto a personal de Infantería– subieron a los techos de viviendas linderas a la comisaría, desde donde arrojaron agua y lograron sofocar el incendio.
Pasadas las 17, con la presencia del jefe de Orden Público, comisario Daniel Corbellini, se inició una tensa negociación con los presos, que finalizó cerca de las 18.30, con la promesa de que algunos iban a ser trasladados a otras seccionales dependientes de la Unidad Regional II.
Mientras autoridades de la seccional y el jefe de Orden Público negociaban el fin de la protesta, familiares de los presos comenzaron a arrojar piedras hacia el frente de la dependencia policial.
Producto de este incidente, al menos tres uniformados resultaron lesionados, aunque ninguno de gravedad. Personal médico también asistió a media docena de detenidos que sufrieron principio de asfixia.