La empresa Motomel, que se dedica al ensamblaje de motos chinas, decidió suspender a todo su personal en la planta de San Nicolás. La medida, que afecta a más de 400 operarios, fue justificada por una caída en las ventas. Tras las suspensiones, los trabajadores estarán cesanteados durante los meses de enero y febrero.
Las suspensiones en la planta Motomel, de San Nicolás, se sucedieron a lo largo de todo el 2018. Ahora, a pocos días de que finalice el año, la totalidad de los operarios fueron notificados por la empresa que decidió prescindir de sus servicios durante los meses de enero y febrero.
Al respecto, el secretario de Prensa de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), manifestó que “la venta de motos no mejoró con el cambio de estación”. Sólo en noviembre, la venta de motocicletas se desplomó en un 54%, frente al mismo mes de 2017. La caída de las ventas lleva 6 meses consecutivos y acumula una baja del 46% en lo que va del año.
De acuerdo a lo informado por La Izquierda Diario, Motomel “mantiene a la mayoría de sus trabajadores bajo contratos completamente precarios llamados “a plazo fijo”. Estos contratos precarios le permiten a las empresas suspender y despedir sin costos, por lo cual los trabajadores suspendidos o despedidos están limitados a la hora de reclamar sus derechos.
El aumento de los costos de producción por los tarifazos y la sistemática caída en las ventas ya había puesto en estado de alerta en agosto a la planta que la empresa Motomel posee en San Nicolás, acordando con sus trabajadores aplicar un esquema de 450 suspensiones por 15 días para evitar la pérdida de puestos de trabajo.
Sin embargo la medida no fue suficiente y el permanente aumento de los costos profundizó la crisis y se volvió a un presente desalentador.
La caída de las ventas y las suspensiones no se limitan a Motomel. Los operarios de la planta de llantas Protto, también en San Nicolás, sufrieron la suspensión de tareas durante el mes de noviembre. En diciembre, la fábrica reactivo su producción, aunque sólo con 50 trabajadores.