Un grupo de vecinos autoconvocados invitó a sumarse al “abrazo solidario a los bomberos”, mañana a las 19, frente al cuartel de los zapadores de Rosario, en Córdoba 2833, que integra personal de la Policía provincial. Se trata de una movida que busca darle visibilidad a las condiciones de trabajo que, de acuerdo con lo que aseguran los organizadores del encuentro, son deplorables. Incluso, dicen que la autobomba con la cuenta el cuerpo actualmente no funciona bien y, además, que trabajan con materiales que están vencidos.
Los responsables de la convocatoria son Darío Fernández, Ana Laura Bravo y Carolina Solohaga, tres rosarinos que vivieron de cerca la labor de los bomberos durante la explosión de Salta y Oroño ocurrida el 6 de agosto. En el caso de Solohaga, fue voluntaria en el lugar de la tragedia y asegura que justamente durante los días que prestó asistencia a familiares y rescatistas en las inmediaciones del edificio siniestrado fue cuando supo de las carencias de los efectivos a la hora de trabajar.
“La verdad es que el estado en el que están es deplorable y lo que está en juego es nuestra seguridad”, dijo la mujer.
Solohaga también explicó que junto a los demás organizadores del “abrazo solidario” entendieron que los bomberos zapadores están en una situación más compleja que los voluntarios a la hora de recibir donaciones, ya que al pertenecer a la órbita de la Policía dependen del presupuesto que les asigna el gobierno provincial y no se les permite que organicen eventos solidarios o rifas para recaudar dinero. “Es por eso que decidimos tomar la voz nosotros”, enfatizó.
“El día que nos pusimos en campaña para empezar con todo esto fue cuando nos enteramos de que la autobomba del cuartel tenía la cuba rota y en caso de algún incendio los bomberos tenían que salir con una chata de 500 litros de agua que en caso de que sea un fuego muy grande no alcanza para nada”, contó la mujer.
Otro de los aspectos que destacó la organizadora del abrazo es que “Bomberos Voluntarios está haciendo guardias de 24 horas con sus dos autobombas, lo que hace que trabajando a ese ritmo tengan un mayor desgaste”.
Solohaga es docente en un jardín de infantes, hace artesanías en hilo y este año se recibirá de maestra normal. También colabora con el Centro de ex Combatientes de Malvinas cuando en invierno sus integrantes recorren las calles sirviendo comida a los sin techo. Sobre la movida de mañana frente al cuartel de Bomberos Zapadores concluyó: “Uno habla con la gente, para que se sume y parece no importarle. Muchas veces veo que miran para otro lado pero lo cierto es que no podemos estar afuera por la inseguridad y tampoco podemos estar adentro porque si hay un incendio en nuestra casa los bomberos no tendrían con qué apagarlo”.
Viejo reclamo
Tras la tragedia de la calle Salta y Oroño ocurrida el 6 de agosto de 2013, y luego de varios reclamos de algunos bomberos por mejoras en las condiciones de trabajo y de provisión de materiales, trascendió que el Poder Ejecutivo santafesino había licitado la compra de cinco autobombas que llegarían a la provincia a fines del año pasado. Sin embargo, desde el cuartel de Bomberos Zapadores de la ciudad aseguraron que nunca fueron notificados de la posible llegada de los vehículos. Incluso, aseguraron que, de ser cierto, “esas cinco autobombas serían apenas suficientes para el departamento Rosario”.