En una nueva alusión al sector de «los Gordos», el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, sostuvo hoy que quienes lo critican «parecen muertos vivos» y aseguró que no permitirá que vuelvan a la central obrera «los que entregaron las conquistas de los trabajadores».
«Yo no quiero que me acusen de pagarles a algunos para que hablen mal de mí. Porque en realidad me están beneficiando. Parecen salidos de la catacumbas, parecen muertos vivos», sostuvo Moyano en la inauguración de la sede de los estibadores portuarios, en el barrio porteño de Retiro.
En su discurso, el líder camionero agregó que la CGT «más allá de Moyano, necesita hombres que defiendan terminantemente a los trabajadores» por lo que aseguró: «No permitiré que vuelvan los entregadores de la década del 90».
«Vamos a pelear para no retroceder ni un centímetro de lo que avanzamos. Ese es el compromiso. Porque la CGT no es el secretario general, no es el consejo directivo, ni siquiera es el edificio, son los trabajadores y jamás me voy a ir del lado de los trabajadores», señaló Moyano, cuyo mandato en la CGT vence en julio de 2012.
El mensaje de Moyano apuntó directamente al sector de los llamados «Gordos» sindicales que, con el jefe de Luz y Fuerza Omar Lescano como vocero, viene reclamando hace tiempo la salida anticipada del líder camionero de la central obrera, en el marco de su tensa relación con la Casa Rosada.
En el cruce de Ramón Castillo y Prefectura Naval Argentina, Moyano no se refirió a su continuidad en la CGT ni a su relación con el Gobierno de Cristina Kirchner, aunque bajó un mensaje a todo el sindicalismo: «Algunos podrán negociar los intereses de los trabajadores, pero no queremos más entregadores. No volveremos a la década del 90».
El acto de inauguración de la sede del Sindicato Único Portuario de la Argentina (Supa) terminó con la marcha peronista, que además entonaron el hijo de Moyano y diputado nacional electo, Facundo Moyano, y el titular del gremio, Juan Corvalán.
Fue, además, una fuerte demostración de apoyo de Corvalán a Moyano en medio de la embestida de los «Gordos»: «Hugo, amigo, me abriste las puertas y lo que estamos disfrutando hoy sea posible. No te agradezco con el corazón sino con el alma. ¡Y esta fiesta mía también es tuya!», dedicó Corvalán al tomar la palabra sobre el escenario.
Fue la primera vez desde el retorno de la democracia que un secretario general de la CGT se traslada al puerto para realizar un acto político.