A través de la amenaza y la presión, el Sindicato de Choferes de Camiones (Sichoca) de los Moyano logró que los empresarios del sector del transporte accedan a pagar un bono de fin de año que va de $ 2.500 hasta $ 5.600, según la actividad y se cobrará desde febrero.
El pedido inicial era de $ 4.500, pero a mitad de la negociación los sindicalistas opositres había rebajado sus pretenciones hasta los $ 3.000.
El secretario general adjunto de Sichoca, Pablo Moyano, anunció el acuerdo por radio El Mundo y convocó a una conferencia de prensa a las 12.30 en la sede gremial de San José 1781. El hijo de Hugo Moyano reveló que los camioneros de la rama de Aguas y Gaseosas y los transportistas de Lácteos recibirán $ 3.000, mientras que los trabajadores del correo OCA arreglaron $ 5.600. Con este acuerdo, se espera que suspenda la medida de fuerza.
Horas antes, Pablo Moyano había lanzado un ultimátum a los empresarios, que amenazaba con desabastecer las mesas de Navidad y Año Nuevo de los argentinos. «Hoy es el último día, yo ya no me siento más. No voy a negociar más. Si a las 6 de la tarde no hay acuerdo, sale la fecha del paro», dijo el gremialista en declaraciones a radio Vorterix.
«Desde hace cinco años venimos cobrando un bono para compensar la inflación y el robo que es el impuesto a las ganancias», explicó. «Las empresas del interior del país buscan cualquier excusa, con el verso de que no les dieron las cuentas, que la situación económica no está bien. Es el verso que utilizan para negarle la posibilidad de darle algo más a los trabajadores», manifestó el dirigente sindical.