La CGT opositora que conduce el camionero Hugo Moyano convocó ayer a un paro general en junio y se sumó a la huelga ya anunciada por gremios del transporte en protesta contra el impuesto a las Ganancias y la política económica.
La central obrera reclamó la eliminación de Ganancias, un salario básico de 8.600 pesos y un haber mínimo para los jubilados del mismo valor, al fundamentar la medida de fuerza.
Moyano se diferenció así de la CGT oficialista conducida por el metalúrgico Antonio Caló, quien anunció que no adherirá al paro lanzado por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (Catt).
La central obrera había convocado a un paro general el 28 de agosto del 2014, y el 31 de marzo último llamó a otra huelga nacional en coincidencia con el paro lanzado por la Catt para ese día.
Fuentes de la central obrera adelantaron que el consejo directivo liderado por Moyano se reunirá la semana próxima con la conducción de la Catt para definir la fecha de la medida de fuerza, que se aplicaría en la primera semana de junio.
“Ante el creciente malestar que atraviesa la mayoría de los gremios, la CGT ha resuelto instrumentar un paro general en todo el país para junio”, indicó la central obrera en un comunicado firmado por Moyano.
La CGT cuestionó también la última modificación al impuesto a las Ganancias y sostuvo que la medida “resulta insuficiente e inentendible porque la combinación de inflación y presión impositiva distorsiona la negociación salarial”.
La central obrera también cuestionó al ministro de Economía, Axel Kicillof, y afirmó que es “inadmisible que el ministro pretenda limitar los salarios apelando al viejo argumento de que son las paritarias la causa de la inflación”.
La central obrera recordó que “viene reclamando desde hace cinco años” la derogación del descuento de ese impuesto sobre los salarios de los trabajadores en relación de dependencia. “Inflación, impuesto a las Ganancias y trabajo no registrado son realidades palpables por millones de trabajadores a lo largo y ancho del país”, señaló.