En estos días se cumplen 5 años de la sanción de la ordenanza de Basura Cero, aquella que fijó metas para gradualmente reducir el irracional enterramiento de los residuos de la ciudad. Es momento para hacer un sintético balance de al menos lo ocurrido en este lapso.
A fines de septiembre la Municipalidad informó de una reducción del enterramiento de residuos en 2013 respecto de los valores de 2012, argumentando que se debía a una mayor separación en origen por parte de los rosarinos. Los datos, aún incompletos, que disponemos parecen confirmar la reducción informada. Pero resta explicar un poco mejor los motivos. Las islas de recepción se duplicaron en cantidad a fines de 2012, mientras que la cantidad de centros de recepción no experimentó un aumento significativo; pero la modalidad puerta a puerta, como comentaremos más abajo, ha tenido problemas importantes en la zona norte de la ciudad. Es plausible a su vez que las islas y centros de recepción estén recibiendo más materiales, lo cual es un logro sorprendente dada la escasez de campañas masivas de difusión en todo el año.
Agreguemos que la reducción que podemos estimar con los datos que disponemos nos indica que se habría vuelto a los niveles de enterramiento de 2011 aproximadamente. Esto significa que se está enterrando un 50 por ciento más de residuos respecto de las metas fijadas por la ordenanza.
Separe en deuda
Hay cuestiones que nos preocupan mucho. Como adelantábamos, el Separe puerta a puerta en zona norte ha tenido, con el cambio de empresas de recolección, discontinuidades que llevaron a que hoy la cantidad de materiales reciclables que se recolectan haya caído, estimamos, a la cuarta o quinta parte. Esto es un hecho grave y va más allá de un asunto de cantidades recolectadas, afectando la confianza de los ciudadanos que separan.
Tras años de programas de separación sigue siendo materia pendiente de la Municipalidad invertir en mejores instalaciones para la clasificación de materiales reciclables. De los tres emprendimientos que lo hacen actualmente, especialmente uno, situado en Cabal y Olivé (distrito noroeste), llama nuestra atención. Sus cinco miembros trabajan en condiciones absolutamente precarias, casi sin apoyo municipal, bajo el sol, sin ni siquiera un galpón donde almacenar lo clasificado.
Reciclar la información
Un tema central en todo esto es la información. El accionar del gobierno municipal en la materia es opaco, siendo muy difícil tener información clara sobre los detalles de la gestión. Aun formando parte de la Comisión de Seguimiento de la ordenanza de Basura Cero, nos enteramos de muchas cosas por los medios de prensa. La ordenanza indica que anualmente el Ejecutivo debe enviar al Concejo un informe sobre lo realizado, pero el último informe se presentó a fines de 2011.
De ahora en más
Algunos desafíos. La Municipalidad ha presentado a la planta de separación y compostaje de Bella Vista como un paso clave para avanzar con el cumplimiento de Basura Cero. En las condiciones actuales la planta operará con residuos mezclados, siendo limitado su aporte a una mayor sustentabilidad: es esperable que el compost producido sea de mala calidad y muy probablemente vaya al relleno sanitario, y la cantidad y calidad de materiales reciclables recuperados sean bajas.
Es igual un paso importante, aunque algo demorado (el proyecto se presentó por primera vez en 2007). Pero en cualquier caso debiera considerarse complementario. Lo esencial sigue siendo avanzar con mayor fuerza en la separación de residuos en origen, siendo éste un aspecto clave para garantizar un reciclaje y compostaje de calidad. Hasta ahora la separación se focalizó en los materiales reciclables. Pero para poder producir compost que sirva como abono es necesario separar los materiales orgánicos en origen.
El Ejecutivo viene afirmando, desde 2011 al menos, que es su intención avanzar en esto pero no ha especificado cuál es la planificación para hacerlo. Con la planta de Bella Vista contaremos con la demorada infraestructura para dar un salto de cantidad en la recuperación de residuos.
Resta ver si hay voluntad del Ejecutivo en plantear esquemas de separación y recolección diferenciada en una mayor escala y si los rosarinos estamos dispuestos a acompañar y comprometernos con otro modelo de gestión que supere la etapa higienista actual. Por aquí pasan los desafíos y es desde nuestra ciudad el aporte que podemos hacer a la sustentabilidad planetaria, imprescindible en este siglo.
Representantes de Taller Ecologista, Los Verdes, Taller de Comunicación Ambientaly Scouts Argentina