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Mucho sentimiento en una ceremonia inaugural austera y escueta pero efectiva

El acto contó con todo un reflejo de la cultura local y luego se produjo la aparición del neozelandés Richie McCaw, ex capitán de los All Blacks y el único jugador que levantó la Webb Ellis en dos oportunidades. Japón ganó en el debut

Con una ceremonia que duró apenas más de veinte minutos, Japón le dio la bienvenida a la Copa del Mundo de Rugby, la primera que se realiza en Asia. El lugar: el Tokio Stadium. Sin grandes lujos, siendo austeros, pero con mucho sentimiento, la organización nipona estuvo a la altura de una inauguración del tercer evento deportivo del planeta.

Todo el acto tuvo un cien por cien de cultura nipona. Destrezas de artes marciales, atléticas, sincronización, fueron algunas de las muestras y de lo que son capaces de hacer los japoneses. Todo se desarrolló sobre una gran pantalla – perfectamente ubicada en el centro de la cancha- en la que se fueron reflejando efectos que iban a tempo con lo que sucedía arriba.

Los grupos iban y venían, en ningún momento dejaron de sorprender al público, la iluminación y la música fueron un gran complemento para ir llevando de a poco al gran momento.

Debajo de una pirámide de telas en el centro de la cancha, cuando los velos fueron retirados apareció el neozelandés Richie McCaw, ex capitán de los All Blacks y el hombre que levantó la Webb Ellis en dos oportunidades –único-. El ex All Black tenía en sus manos al trofeo más deseado en el mundo ovalado, esa copa bañada en oro que lleva el nombre del creador del deporte.

El kiwi caminó desde el centro del campo de juego hasta un atril ubicado fuera del terreno de juego, en el que dejo la Copa, pero antes de retirarse, miro de reojo con esa expresión de despedida. Ya que McCaw luego de Inglaterra 2015 se retiró.

Luego llegaron los discursos. La ceremonia se cerró con la palabra del inglés Bill Beaumont (presidente de World Rugby) y del Príncipe Akishino.

Japón sufrió pero ganó en el debut

Los anfitriones no tuvieron un buen arranque, fueron sorprendidos por los europeos pero los Nipones no se desesperaron, con paciencia con el correr de los minutos se fueron adueñando del partido. Los locales triunfaron en el partido inaugural y ahora le meten presión al resto del grupo A.

Susto enorme se llevaron los anfitriones en el inicio del partido inaugural. Japón sufrió en los primeros minutos pero después tomó el control del encuentro y terminó imponiéndose a Rusia por 30 a 10 por la primera fecha del Mundial de Rugby en el Tokio Stadium. Además al grupo A lo integran: Irlanda, Escocia y Samoa.

Japón no quiso ingresar en la lista de Inglaterra en 1991 y Francia en 2007, quienes hasta ahora son los dos países anfitriones que perdieron en el partido inaugural. Como era de esperar, los asiáticos luego del cimbronazo de a poco fue tomando las riendas, primero con control de la pelota, es que la anarquía del juego ruso, llevó a los japoneses a la desorganización. Y en el caos siempre salió ganando el elenco de Rusia.

Más allá que físicamente hubo una cierta paridad, Japón tiene varios hombres que marcan diferencias, tienen en sus filas varios foráneos que pueden jugar en cualquier otro seleccionado.

Al hacerse de la posesión, Japón fue encontrando los espacios, percutiendo en la defensa, agrupando rusos en las formaciones, hizo que al wing Kotaro Matsushima – figura del encuentro- pudiera marcar tres tries.

La diferencia podría haber sido mayor pero Rusia puso mucho ímpetu y garra en defensa. Resultado muy decoroso para su segunda participación en un Mundial.

El seleccionado del país del Sol Naciente ganó en el debut y mete presión al resto de los integrantes del grupo A. La gran pregunta es si Japón podrá dar el gran golpe, pero no ganarle a una potencia, eso ya lo hizo en 2015 al derrotar a Sudáfrica, sino poder clasificar a cuartos de final por primera vez.

El color del Mundial

En Japón también hay venta ambulante en partidos. El tradicional bandera, gorro, vincha, es una moda universal y el primer mundo no se escapa. El viernes la bandera que más se vende es la de Japón, país anfitrión. Muchos japoneses no tienen mucha idea de rugby pero siempre apoyan a sus seleccionados y en el partido inaugural no es la excepción.

Una marea de camisetas japonesas se ven en el barrio de Chofu, lugar en el que se encuentra el Tokio Stadium, sede principal del Mundial.

Pero el sábado juega Argentina ante Francia, y en los puestos se puede comprar la celeste y blanca a unos 1500 yenes – unos 785 pesos aproximadamente según el cambio del día -. Una botella de agua mineral chica unos 100 yenes (52 pesos).

Son momentos que todos aprovechan para hacer una diferencia, la vida en Tokio es cara y hay que generar ingresos.

El Hincha tras tres Mundiales ya ha visto esto, tanto en Nueva Zelanda en 2011 como en Inglaterra 2015, en los alrededores de los estadios siempre hay puestos callejeros con todo tipo de ventas, desde merchandising, hasta comidas y bebidas.

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