Alegres, curiosos, entusiasmados. Cientos de personas se agolparon en las puertas del City Center para formar parte de la boda del siglo. El público se dividió entre los vecinos del barrio y aquellos que se acercaron para la ocasión. Algunos optaron por ropa de fiesta y maquillaje, casi como esperando que se abriera una puerta para entrar a la fiesta. Otros, con un estilo más informal, salieron de sus casas en buzo y zapatillas para intentar ver de cerca al ídolo. Fanáticos de Messi, de Newell’s y meros curiosos desplegaron las cámaras de sus celulares para registrar el detrás de escena de la boda más importante del año. Todos expectantes, recorriendo los alrededores, tratando de ver a los novios y adivinando los pormenores de una ceremonia que se caracterizó por el hermetismo y la especulación. Gran parte de los vecinos dijo haberlo conocido a Messi y todos acordaron en algo: la humildad de la Pulga y el orgullo que haya elegido Rosario, su ciudad natal, para casarse.
Pero mientras Lio y Antonella daban el sí, puertas adentro, un imitador del crack del fútbol brindó una falsa boda en la puerta del hotel Pullman, ante las cámaras de los canales de televisión y los vecinos que se agolparon entre flashes y selfies.
En este sector no hubo alfombra roja, ni gala ni celebrities. Pero no faltó el arroz, las selfies y el entusiasmo. Desde afuera y en la puerta, los vecinos celebraron con su ídolo y le dejaron en claro que Rosario siempre será su casa.
Fanáticos y curiosos
“¿Dónde está la alfombra roja?”, preguntó una de las vecinas que se acercó a la puerta del casino en busca del líder del fútbol. Lejos de los flashes, las personas celebraron que el crack mundial haya elegido su ciudad natal para casarse. Muchos de los asistentes eran del barrio y la mayoría dijo haber conocido a la Pulga. Todos elogiaron al novio y quisieron participar de la fiesta, aunque sea desde afuera. Como Nora, una vecina que se acercó “a cholulear” junto con su hija. Tiene 56 años y es de Cáncer “igual que Messi”, dijo orgullosa. “Messi tiene un corazón bárbaro. Yo lo conocí cuando él tenía 16 años y hasta me saqué una foto con él. Siempre me gustó como jugó”, contó la mujer, quien confesó ser hincha de Central. “Él es de Newell’s, pero se lo permitimos”, agregó.
Daniela es dentista, no sigue el fútbol pero desde temprano se plantó en la puerta del casino para ver a los jugadores. “Lo vi a Otamendi y a Di María. Quería ver a Neymar o Shakira pero no pude”, dijo la fanática, que volvió a la entrada de la fiesta más tarde para “ver si veía a alguien más”.
“Vinimos a jugar y pasamos por acá”, contaron Adrián y Romina. El hombre dijo conocer a Messi del barrio y fue uno de los pocos que cuestionó la organización del evento. “No me gustó que haya invitado a los nuevos amigos y no a los de toda la vida. Además yo lo hubiera hecho en otro lado, cerca al río”, comentó Adrián.
Clara es otra de las vecinas del barrio. Con sus hijas recorrieron los alrededores del City Center desde el jueves a la noche en busca del rosarino más famoso. “Lo conocemos del barrio. Vivimos a tres cuadras de su casa. Lo queremos mucho”, dijo la mujer, y destacó la humildad del ídolo. “A Messi no lo cambió la plata. Eligió la ciudad donde nació y con eso hizo conocer Rosario al mundo”.
Facundo, Elías y Fernando son fanáticos de Newell’s y de la Pulga. Fueron hasta la entrada de la fiesta y desplegaron una bandera leprosa hecha por ellos en agradecimiento al ídolo. “Messi es la figura más emblemática que tenemos. Nos representa en el mundo. Que alguien tan conocido haya elegido Rosario para casarse, siendo que se podría haberse casado en un yate, nos parece destacable”, señaló Facundo, quien fue con un amigo y su tío.
Mirta, otra de las vecinas que se acercó a la gran boda, cuestionó la imagen que los medios internacionales estaban dando de Rosario. “Acá se transita sin ningún problema. No es la ciudad narco. Drogas hay en todo el país”, expresó.
Darío es otro de los vecinos que fue con su bicicleta, sus cuatro hijos y tres cachorros en una caja. “Acá traje refuerzos para el Barcelona”, dijo bromeando.
Las dos entradas al salón estuvieron colmadas de vecinos y curiosos que quisieron ser parte de la gran ceremonia. Muchos chicos, madres con bebés y adultos se agolparon con sus teléfonos celulares en busca de la figura. Y, a falta de famosos, las cámaras de televisión se convirtieron en el principal atractivo. La fiesta se vivió distinta, pero todos igual mostraron su entusiasmo.
el doble de leo que dio el sí
Mientras la ceremonia transcurría puertas adentro, en las inmediaciones del hotel se vivió uno de los momentos de mayor acción. El deseo de los vecinos de ser testigos de la boda de su ídolo se cumplió. No fue de la mano del rosarino más famoso, sino de un imitador brasileño quien fingió una falsa boda en las puertas del Pullman. Un círculo de hojas y flores blancas, y un hombre vestido de sacerdote esperaban en la entrada del hotel. Una multitud se agolpó alrededor. La falsa boda estaba organizada por un programa de televisión brasileño. La pareja de novios entró por calle Moreno y subieron a una traffic estacionada frente al hotel. Seguidos por las cámaras de televisión, el imitador de la Pulga bajó y se dirigió hasta el “altar”para encontrarse con la novia carioca.Y todos festejaron.
La mujer que vistió de novia
Nerina tiene 21 años y es fanática de Messi. Entre la multitud que espera para verlo, la joven se destacó por tener un vestido blanco, un tocado en la cabeza y un cartel que dice “Sí, acepto”. “Toda mi vida quise casarme con él. Se me ocurrió hacer esto como un homenaje. Lo admiro como persona y también su historia de amor”, contó la joven, quien pidió prestado un vestido y fue hasta la puerta para ver a su ídolo. “Nadie sabe que estoy acá”, comentó.
