El futbolista santafesino Emiliano Sala, fallecido en el Canal de la Mancha en enero pasado tras caer avioneta que lo trasladaba, estuvo expuesto a altos niveles de monóxido de carbono antes de morir, según un informe de la División de Investigación de Accidentes Aéreos británica (AAIB, en inglés).
Las pruebas toxicológicas indicaron que Sala padeció una cantidad elevada del gas que le podría haber provocado un ataque al corazón o dejado inconsciente antes del impacto de la avioneta contra el agua, según consignó la agencia de noticias EFE.
Sala viajaba de Nantes (Francia) para incorporarse al Cardiff City británico en un avión piloteado por David Ibbotson, cuyo cuerpo no fue encontrado aún.
La aeronave perdió contacto con el radar de la isla de Guernsey el pasado 21 de enero y semanas después fue hallada tras la insistencia de los familiares de Sala, quienes no claudicaron en la búsqueda cuando las autoridades de la isla desistieron de la misma.