Unidas por el amor a la palabra y por una forma de teatralidad donde el cuerpo y las acciones evocan mundos poéticos, algo que reforzaron y comparten en su valioso paso por el espacio de formación y creación local Bondi Colectivo Teatral, las talentosas actrices locales Marita Vitta, Mónica Toquero, Gisela Bernardini, Vicky Olgado estrenarán este sábado de manera online Mujeres de palabra a través de la plataforma de streaming rosarina enprimerafila.com.ar.
En tiempos de cambio, distanciamiento y profunda crisis del sector, con las salas de teatro locales en peligro de cierre por la falta de ingresos desde mediados de marzo y cientos de proyectos truncados, las cuatro actrices, como tantos otros y otras, buscaron una manera de seguir estando, de reinventarse siempre desde la actuación, ahora frente a cámara, con una propuesta que ofrecerá poesía y música a la espera de ese ansiado aplauso que resiste, escondido, detrás de una pandemia que lo ha silenciado.
https://www.youtube.com/watch?v=-DmdV37R8FU&feature=youtu.be
“Mujeres de palabra surgió del deseo de encontrarnos y de ser hacedoras de un decir y de un gesto en común. En épocas donde no podemos habitar los teatros, se nos hace necesario habitar otros escenarios posibles, quizás no sean los ideales y, sin dudas, en otras épocas, hubiesen sido impensados, pero en este momento, se convierten en alternativas válidas”, adelantan las creadoras de la propuesta.
“La creación de la plataforma enprimerafila.com.ar y la cercanía con su gestación de la mano de Fernando Foulques, me hizo considerar la posibilidad de un streaming, pero no lo pensé sola, incluso porque estos tiempos de por sí ya son de cierta soledad, y así surgió la idea de construirlo con un grupo de compañeras actrices”, expresó Marita Vitta a El Ciudadano.
Volver al ruedo
“Mónica, Gisela, Vicky y yo venimos realizando un recorrido juntas dentro del Bondi Colectivo Teatral. Incluso algunas de nosotras nos conocemos desde antes y hemos actuado juntas en otros proyectos. Entre todas hay un amor compartido por la palabra, por la actuación, por el canto al servicio de nosotras, actrices. Y sobre todo, hay códigos comunes que se valoran aún más en estos momentos”, expresó Vitta quien junto con sus compañeras y dentro de Bondi concretaron recordadas puestas como una versión de Antígona Vélez de Leopoldo Marechal, y Grotesca. Suit Criolla, sobre el universo poético de Armando Discépolo.
“Por otra parte –continuó la actriz–, se nos planteaba el desafío de concretar un proyecto con distanciamiento, tanto en su planificación como en su realización. Y abrir el juego a preguntas acerca de qué quería decir cada una de nosotras, cómo queríamos decirlo, cómo transitar estas nuevas coordenadas de espacio y tiempo, cómo construir juntas un nuevo ritual que ya no era puramente teatral, con la herramienta audiovisual como aliada, porque está claro que ahora es otra cosa. Y esto es Mujeres de palabra, un ritual de reencuentro entre nosotras y con un público al que quizás podamos llegar de otra forma, en distintos presentes, que nos verá desde el living de su casa y con el que, ojalá, podamos acercarnos y estrecharnos en la distancia”.
La actriz habló también respecto de los textos y las canciones que aparecen en el espectáculo: “Hay una gran variedad; Susy Shock, Marty Vitta, los hermanos españoles Álvarez Quinteros, Manuel J. Castilla y el Cuchi Leguizamón, Sandro, nosotras mismas como autoras; para todos los gustos. Y grabamos en un lugar muy querido como es el Centro Cultural La Tornería (en la zona sur de la ciudad), a tres cámaras, coordinadas por Fernando Foulques, quien también está a cargo de la edición del material final. «Una caprichosa insistencia por soñar provoca la resistencia» dice una frase de Las Hacedoras de Marty Vitta, texto que usamos como disparador de nuestro trabajo. Y de esa especie de capricho surgen estrategias para resistir; de hecho, Mujeres de palabra es una de ellas”.
Respirar otro aire
“Mujeres de palabra fue aire fresco después de mucho tiempo de humo, no constante pero que por momentos se me hizo crudo e intenso”, dijo a su tiempo Vicky Olgado. Y profundizó: “Me trajo inquietud, deseo, nervios que pude compartir, sentir que aunque era un proceso en soledad no estaba sola. Me ocupé, me involucré, me reencontré. Busqué textos, leí recomendaciones, hablé de pistas musicales, canté y me emocioné. Amé identificarme con un texto de Susy Shock, con repetir un texto y hacerlo carne, contar una historia, con cantar lo que no puedo decir. Y sobre todo con actuar, conectar con esa pulsión, como un despertar intermitente que queda a la espera del reencuentro con el público”.
Adaptarse al presente
“La pandemia nos dejó sin teatro”, expresó Mónica Toquero. Y siguió: “Sin duda este momento pasará, como pasaron tantas cosas y el teatro nunca dejó de estar presente. La sociedad no puede vivir sin el teatro, mucho menos los actores y las actrices. Todos sabemos que fue el teatro el que manifestó, denunció y puso en evidencia lo indecible en los peores momentos, por eso hoy se reinventa. Particularmente me resultó difícil incursionar en estos nuevos formatos, pero la necesidad de expresarnos es intensa y permite la adaptación, mientras esperamos el regreso del teatro presencial. Y creo que estos lenguajes o formas llegaron para quedarse y son una gran herramienta de trabajo. Nueva, distinta y muy interesante de transitar. Y si bien participé de otras experiencias, Mujeres de palabra es algo especial. Primero porque decidimos trabajar valorizando la palabra, narrada y cantada, pero siempre elegida por cada una de nosotras por razones que nos conmueven. Y también porque se trata de compañeras que admiro y quiero mucho, a lo que se suma el profesionalismo de Fernando Foulques que me hizo sentir cómoda en un una situación que para mí no lo es”.
Recuperar el ritual
Finalmente, Gisela Bernardini destacó: “Como la mayoría, nunca pensé en vivir lo que estamos pasando, y tardé bastante tiempo en comprender cómo venía la mano, que no serían quince o veinte días y volvíamos a lo nuestro. Y justamente «lo nuestro», nuestro trabajo como actrices, fue uno de los primeros en detenerse y será el último en volver; eso es muy shockeante, desconcertante y doloroso, porque no hay ningún actor ni actriz al que por un lado u otro no le haya llegado la angustia enorme que generan la soledad, las dificultades económicas, la falta de proyección, y la lista es interminable. Este es un tiempo en el que todo se precipita y la solidaridad, la comprensión y la humanidad se agrandan en quienes poseen estas cualidades, y en los que no, también se hace más notoria la miserabilidad, el egoísmo y la falta de empatía que no escapan a nuestro sector”.
Y cerró: “Trabajar en Mujeres de palabra junto a estas compañeras que admiro, respeto y quiero entrañablemente, es una de las cosas más gratificantes que viví en esta pandemia. Me animé a un formato nuevo, del que disfruté en todas sus etapas: las reuniones organizativas por zoom, la búsqueda de textos, canciones, pensar qué decir y cómo; y el día de la grabación, volver a sentir la adrenalina, maquillarse, prepararse, ponerse nerviosa, actuar, disfrutar y ser feliz haciendo nuestro trabajo”.
Para agendar
Mujeres de palabra se presentará este sábado 7 de noviembre, a partir de las 21.30, a través de la plataforma www.enprimerafila.com.ar, donde también se pueden adquirir las entradas a un costo general de 350 pesos