Iván Hojman / Télam
Una de las consecuencias inesperadas de la guerra de Rusia y Ucrania es que miles de familias rusas llegaron en el último año a la Argentina no sólo para evadir el conflicto bélico sino también para tener a sus hijas e hijos en el país, debido a las políticas migratorias que brindan facilidades para obtener la ciudadanía del recién nacido y por la atención médica de calidad, según contaron algunos de los recién llegados.
Sviatoslav –que prefirió resguardar su apellido– tiene 28 años, es project manager en una compañía francesa y contó que viajó al país en noviembre pasado con su mujer Vera y su hija Taissia, de 1 año, para tener aquí a su segundo hijo, Daniel, quien nació el 12 de diciembre en el porteño Sanatorio Finochietto.
“Argentina tiene una muy buena atención médica y es mucho más barato tener un chico aquí que en Rusia. A nivel de desarrollo aquí se está mejor y no hay muchos países en el mundo tan abiertos a los migrantes”, resaltó Sviatoslav, que invirtió 2.000 dólares en los gastos médicos del parto.
El hombre contó que comenzó a organizar el plan para migrar en agosto de 2022 “un poco antes de que llamen a los reservistas para la guerra”.
“No lo oculto, al principio pensé en venir sólo unos meses para tener a mi hijo aquí, pero ahora realmente me gustó el país y la situación está empeorando en Rusia, no sé si tenemos un futuro allí”, aseguró el joven, que se instaló con su familia en el barrio porteño de Palermo.
Hace unos días, el diario británico The Guardian publicó una nota titulada “Todos buscan opciones: mujeres rusas vuelan a la Argentina para dar a luz”, que narra que desde el comienzo del conflicto bélico en Ucrania, el país experimentó un auge en el “turismo de parto” proveniente de Rusia.
En la publicación citan a Georgy Polin, jefe del Departamento Consular de la embajada de Rusia, quien estimó que entre 2.000 y 2.500 mujeres rusas se mudaron a Argentina en 2022, muchas ellas con el plan de parir en el país, y pronosticó que en este año “ese número puede crecer a 10.000”.
En The Guardian resaltaron que las mujeres rusas elegían la Argentina por las ventajas de su pasaporte, “que permite visitar 171 países sin visa, incluidos (los de) la Unión Europea, el Reino Unido y Japón”, y por la alta calidad de su atención médica, tanto pública como privada.
Otro de los migrantes rusos que eligió la Argentina es Denis, quien está en la ciudad de Buenos Aires desde noviembre con su novia Elena, quien tiene fecha en marzo para dar a luz a su hija en el Hospital Alemán, en el barrio de Recoleta, donde viven.
La pareja aseguró que para ellos era “psicológicamente muy difícil” seguir viviendo en Rusia por la guerra.
“Cuando empezó la guerra entre Rusia y Ucrania nos dimos cuenta que no podíamos seguir viviendo en nuestro país porque para nosotros esta guerra era terrible e injusta. Es nuestro país vecino y muchos rusos tenemos familias allí”, se lamentó Denis. Y explicó: “El golpe final fue la movilización militar, yo me fui del país inmediatamente cuando empezó, y Elena llegó al poco tiempo”.
Denis se refirió al reclutamiento y despliegue ordenado en septiembre pasado por el presidente Vladimir Putin durante un mensaje a la Nación para hacer frente a la contraofensiva lanzada por las fuerzas ucranianas, siete meses después de la invasión de las tropas de Moscú a Kiev.
Según contaron Denis y Elena, siempre tuvieron la idea de visitar América latina porque ambos habían aprendido castellano en la universidad, y leyeron bastante sobre la historia local. Sin embargo, la llegada de su primera hija en medio de la guerra les hizo replantearse su futuro.
“En junio descubrimos que estábamos esperando a una bebé y ya empezamos a hablar de su futuro y donde queríamos tenerla. Argentina nos pareció un país muy abierto para los inmigrantes y si nuestra hija es Argentina desde su nacimiento va a tener más opciones en su vida”, aseguró el joven.
“Es un país muy abierto para inmigrantes, las leyes son muy favorables. El pasaporte argentino te da muchas opciones, el pasaporte ruso ahora parece algo tóxico en el mundo”, aseveró Denis y resaltó la “ayuda y el cariño” de sus nuevos amigos argentinos “en tan sólo un mes y medio” de estadía.
El arribo de las personas de Rusia hacia Argentina muchas veces se da a través del asesoramiento de agencias, que les brindan información acerca de la documentación necesaria, hacen las traducciones o consiguen viviendas. Estos intermediarios pueden llegar a cobrar entre 5.000 y 10.000 dólares por diversos servicios.
“Nuestro servicio es servir como traductores o acompañantes. Vienen muchas personas de Rusia para la Argentina, y entre ellas muchas mujeres embarazadas. Después de la guerra se quintuplicó nuestra cantidad de clientes”, dijo Kirill Makoveev, fundador de RuArgentina, una de las empresas del rubro.
En ese sentido, precisó que “antes venían una o dos mujeres embarazadas desde los vuelos de Moscú, pero ahora se ven 20 o 30”, lo que da cuenta de la tendencia del “turismo de parto”.
Makoveev comentó que sólo en su compañía, por año, 5.000 familias piden asesoramiento.
Según el fundador de RuArgentina, las familias rusas eligen el país porque “aquí nadie va a perseguirlos, tienen buenas condiciones para los pasaportes y el servicio médico es muy bueno”.
Además, estimó que cada grupo familiar gasta entre 20.000 y 30.000 dólares en pasajes de avión, asistencia médica y alquileres.
“Las leyes de migración de la Argentina permiten pasar de ser turista a residente estando aquí mismo. Cuando tienen un bebé consiguen rápido el pasaporte y ya pueden volver a Rusia, y si se quedan un tiempo más los padres pueden conseguir la residencia permanente”, explicó Makoveev.
“Argentina tiene uno de los mejores pasaportes del mundo y el segundo más fácil de obtener. Los rusos necesitan visa para viajar a todos lados. Están buscando un pasaporte normal para viajar, es gente que está gastando mucho dinero para poder vivir bien”, concluyó.
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