Cientos de mujeres santafesinas festejaron este jueves la media sanción de la Cámara de Diputados al proyecto de legalización del aborto en el hospital Iturraspe, donde hace 11 años Ana María Acevedo murió de un cáncer que no pudo ser tratado por la negativa de los médicos a practicarle un aborto terapéutico.
Las activistas feministas, algunas de ellas del grupo «Las Anamaría», denominado así en homenaje a Acevedo, se concentraron tras retornar de Buenos Aires en una plazoleta lindante con el hospital, para expresar su satisfacción por la aprobación de la Cámara baja.
Ana María, una joven de 20 años oriunda de la ciudad de Vera, fue diagnosticada con un sarcoma en la mandíbula y por la misma época se comprobó que estaba embarazada, por lo que solicitó la realización de un aborto terapéutico para poder tratarse.
Sin embargo, el Comité de Bioética del Iturraspe desestimó su pedido, por lo que se vio obligada a seguir con su embarazo mientras su salud empeoraba.
El 26 de abril de 2007 le indujeron el parto con 25 semanas de gestación y así nació una beba de 450 gramos que murió dos días después.
En tanto, Ana María murió el 17 de mayo, luego de varios días de estar internada en grave estado.
Su caso fue tomado como ejemplo por varias de las mujeres que expusieron sus argumentos en las audiencias públicas desarrolladas en el Congreso como parte de las actividades previas al tratamiento del proyecto de ley.
Agustina Verano, de «Las Anamaría», enfatizó que se eligió el hospital Iturraspe para celebrar la media sanción «porque es donde más se nos niegan nuestros derechos, es donde murió Ana María Acevedo, a quien le negaron un aborto no punible».
«Queremos reivindicar la historia de Ana María y seguir exigiendo para que no haya otras chicas que sufran lo que le obligaron a sufrir a ella», concluyó la activista.