La última vez que alguien vio con vida a Gauri Kumari, ella juntaba pasto seco y maderitas. La consideraban impura porque estaba menstruando, y se disponía a dormir en una rústica y fría cabaña. Nunca despertó.
La chica, de 22 años, falleció el lunes pasado en un remoto poblado de Nepal por una vieja tradición que obliga a las mujeres a apartarse cuando están pasando por el periodo menstrual, por estar consideradas “sucias”.
Las temperaturas en Nepal pueden descender a grados bajo cero durante el invierno, pero aun así las mujeres son forzadas a dormir en precarias chozas sin calefacción.
El funcionario de gobierno Tul Bahadur Kawcha expresó que la chica probablemente murió por la inhalación de humo al prender un fuego para intentar calentar el ambiente.
La tradición hindú de apartar a las mujeres que están pasando por el periodo menstrual tiene su origen en que, si permanecen puertas adentro, provocarán la ira de los dioses o contaminarán el hogar. En zonas rurales, hay una creencia extendida de que si no se lleva a cabo esta práctica la mala suerte llegará con la muerte o la enfermedad de familiares o del ganado. Las mujeres casadas por lo general permanecen fuera del hogar unos pocos días, mientras que las demás están condenadas al ostracismo por una semana.
El vocero Kawcha dijo que la exclusión menstrual todavía es común en aldeas alejadas, a pesar de una prohibición de la corte suprema y la inminente aprobación de una ley que castiga a quien fuese culpable de imponer la costumbre, con tres meses de prisión y una multa de 3.000 rupias nepalís (29 dólares). La ley se pondrá en práctica en agosto.
Con información de The Guardian y The New York Times