El presidente uruguayo José Mujica dijo el lunes que Uruguay recibirá a presos de Guantánamo sin condiciones de ningún tipo.
La decisión, que ya fue tomada, no depende del pedido que el mandatario hizo a Washington de que libere a tres presos cubanos condenados en Estados Unidos por espionaje, anunció Mujica en declaraciones a radio El Espectador.
Añadió que fue invitado a reunirse con su par estadounidense Barack Obama el 12 de mayo pero que probablemente no vaya por el debate electoral en Uruguay, que celebra elecciones nacionales en octubre.
«Yo nunca puse ninguna condición de nada», indicó Mujica, quien la semana pasada, al anunciar su decisión de que Uruguay reciba a cinco presos de Guantánamo, había indicado que le iba a pasar «la boleta» (factura) a Estados Unidos.
«Pasar la boleta significa extender un recibo. Significa que le pagarán o no a uno», explicó el lunes Mujica. «¿Qué quería decir?
La decisión estaba tomada, no condicionada. Pero en algún momento podemos decirle al gobierno norteamericano, desde una posición moral: Por favor, traten de mejorar la relación con Cuba».
Según el mandatario uruguayo, esto implica liberar a los presos cubanos pero también el cese del bloqueo a la isla caribeña.
Mujica indicó, en cuanto a los presos de Guantánamo, que los cuatro sirios y un palestino que llegarían a Uruguay lo harían en calidad de refugiados y no tendrían limitados sus movimientos.
«Esos ciudadanos pueden contraer un compromiso manifiesto con Estados Unidos pero estando acá (…) si quisieran irse el Uruguay no lo va a impedir», aseguró.
En declaraciones a canal 4, también este lunes, el presidente contó que algunos empresarios lo llamaron y le ofrecieron «trabajo y vivienda para esta gente», sin brindar más detalles sobre este tema.
Dificultades jurídicas
Desde que se anunció la decisión del presidente Mujica, ésta ha sido objeto de críticas de parte de la oposición -que anunció la convocatoria al parlamento del ministro de Relaciones Exteriores Luis Almagro- pero también cuestionada por juristas locales, que se preguntaron en qué situación legal vendrían los presos.
Mujica admitió el lunes que el marco jurídico para este tipo de acuerdo «no cabe en ningún parámetro institucional».
«Reconocer Guantánamo sería una felonía desde el punto de vista jurídico, todo esto tiene grandes dificultades, pero la gran pregunta es si vale la causa o no», señaló el mandatario, un ex guerrillero que estuvo preso por más de 13 años desde la década del 1970 y que ha enmarcado su decisión en una cuestión de derechos humanos.
Mujica reveló que hace cuatro meses que recibió el pedido de Estados Unidos.
«Llegamos a la conclusión de que valía la pena por lo que está en juego», indicó, agregando que tuvo en cuenta que otros países ya habían recibido prisioneros de Guantánamo.
«Suiza, España, Eslovaquia, Portugal, Irlanda, Hungría, Alemania, Francia, Bulgaria, otros países y dejo algunos latinoamericanos que no quiero nombrar, habían recibido gente en estas condiciones. A esa altura habían vuelto a Afganistán, Argelia, Canadá, Chad, Irak, Kuwait, Arabia Saudita, Somalia, Sudán, a Yemen, prisioneros que tenían ese origen», dijo Mujica.
Más de 800 hombres y adolescentes pasaron por la cárcel de Guantánamo -situada en una base naval bajo administración estadounidense, que Washington alquila a Cuba desde 1903- desde que se creó en enero de 2002, por el entonces presidente George W. Bush.
Obama intenta cumplir con la promesa de cerrarla que realizó a inicios de su gestión y los traslados desde Guantánamo se aceleraron en los últimos meses, pero aún permanecen allí 154 detenidos.
Por otra parte, Mujica confirmó que ya tiene fijado un encuentro con Obama, para el 12 de mayo, pero que hay «un 80%» de probabilidades de que no viaje.
«Tengo fecha para ver al presidente Obama y es probable que no vaya porque Uruguay está en un momento electoral y todo se utiliza, y es probable que no sea conveniente», sostuvo.
La visita oficial de Mujica a Estados Unidos estaba prevista para el año pasado pero fue postergada por cuestiones de agenda.