Hay crímenes que provocan fuerte desconcierto en los investigadores porque carecen de indicios que conduzcan al menos a un posible móvil. Y otros que cuentan con tantas hipótesis que terminan en el mismo desconcierto, en el que todo puede ser posible. El homicidio de Julio César Navarro, la mano derecha del jefe de la barra de Rosario Central Andrés “Pillín” Bracamonte, pertenece al segundo tipo. Le decían Tito o Cara de Goma y fue asesinado anteayer en la puerta de su casa de barrio 7 de Septiembre de un disparo en el corazón. “El tipo manejaba todo en la cancha, pero no estaba metido con la falopa”, aclaró un alto jefe policial en relación con la venta de estupefacientes mientras barajaba una decena de hipótesis.
El fiscal de Homicidios Florentino Malaponte dijo ayer en rueda de prensa que todavía “no se puede definir nada” ya que por el momento sólo cuentan con testimonios recolectados en la puerta del Heca, donde antenoche se congregaron numerosos hinchas canallas junto a la familia del barra asesinado. Al respecto dijo que Navarro fue atacado en el ámbito de su domicilio familiar y que había dos versiones. Una que su tirador bajó de un auto (pudo ser un Peugeot 206 con tres ocupantes) y otra que descendió de una moto. El fiscal mencionó además que buscan cámaras de seguridad en la zona de Tarragona y Schweitzer para esclarecer la mecánica además de investigar los llamados al 911.
Pese a rumores que circularon anteanoche en la puerta del Heca sobre una inminente venganza, ayer había calma y tranquilidad en el barrio. Durante las primeras horas del día, numerosas personas se acercaron al domicilio de Tito hasta pasado el mediodía y luego todo volvió a la normalidad. Un vecino dijo a El Ciudadano que Navarro no fue velado ya que su familia decidió cremarlo. También contó que tenían previsto desparramar sus cenizas en la cancha de Arroyito, aunque el dato no se confirmó.
Navarro fue herido de muerte a las 19 de anteayer en el asiento de conductor de su camioneta mientras esperaba que su mujer bajara del departamento del Fonavi. En pocos minutos quedó rodeado de su familia y contó con la asistencia de una vecina que estudia medicina, quien relató que lo movieron a la parte trasera del vehículo y lo trasladaron al Heca, a donde llegó sin signos vitales, fue “revivido” y falleció durante una cirugía.
Entre las múltiples hipótesis del móvil del crimen la única que algunos investigadores descartaron fue su relación con un ajuste narco. El mismo Navarro, en un descargo que hizo a este diario en abril de 2015, dijo que le molestaba que lo vincularan con búnkers de su barrio: “No me gusta que estén diciendo que estoy vinculado a un búnker o a alguno de estos grupos del barrio porque a mi me conoce muchísima gente por Central. Yo no mezclo las cosas. Soy un buen vecino, pueden preguntar en el barrio que todos me conocen”, aclaró en relación con una nota sobre el homicidio de Marilín Fernández que lo mencionaba por su apodo en el marco de disputas narco interbarriales entre Emaús y 7 de Septiembre.
Entre las versiones que sí circulan en la calle hay una fuerte sobre una escucha telefónica entre Los Monos que menciona un vuelto contra Pillín. Otra que también involucra al jefe de la barra cuenta la falta de pago de un secuestro extorsivo que tuvo como víctima al hijo de un barra asesinado hace una década. Los rumores incluyen un problema de polleras con una de sus familiares, y una interna en el paravalanchas por la negativa a incluir a un pesado de zona norte en la barra. Y continúan sin descartar que la bronca haya venido de la hinchada rojinegra.