En una masiva movilización al Ministerio de Producción en el centro porteño, la CGT evitó este martes ponerle una fecha exacta al paro nacional que se realizará a fines de marzo o principios de abril, por lo que el acto central culminó con incidentes en medio del enérgico reclamo de diferentes sectores gremiales para que se fije fecha exacta para la medida de fuerza.
“La fecha ya está puesta, si el gobierno no rectifica sus medidas, los primeros días de abril habrá un paro de 24 horas”, resaltó el integrante del triunvirato Héctor Daer al hablar sobre el escenario, y luego de que su discurso fuera interrumpido por los cantos que provenían de la multitud: “¡Poné la fecha! ¡Paro nacional!”.
El acto, que estaba previsto para las 16, comenzó una hora antes sin explicaciones y Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña fueron los únicos oradores de la tarde, que finalizó con golpes, insultos, empujones y corridas en las inmediaciones del palco central, cuando algunos gremios exigieron una fecha de paro.
La tensión trasuntó también la interna dentro del PJ de cara a las elecciones, con sectores duros y moderados enfrentados, y con un correlato en la CGT, donde algunos dirigentes encumbrados están cerca del Frente Renovador de Sergio Massa.
En ese marco, el titular de Camioneros, Pablo Moyano, debió retirarse custodiado y otros dirigentes que estaban en el escenario, como Schmid y el taxista Omar Viviani, tuvieron que aguardar a que la situación se calmara para refugiarse en sus vehículos o en el edificio del gremio de los empleados de comercio, mientras volaban sillas y vallas.
Tras la salida de las autoridades de la CGT, miembros la Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (Utedyc), del gremio de remiseros y otros sin identificación se subieron al escenario con un canto común para que la dirigencia sindical le “ponga fecha” al paro nacional.
“No estamos aquí para dilatar nuestra protesta. No vinimos únicamente a hacer un diagnóstico, sino que venimos a anunciar que va a haber una medida de fuerza en la Argentina hacia el final de este mes”, destacó Schmid durante el acto, que fue interrumpido por insultos y abucheos.
“Traidores”, “pone la fecha” y “paro general”, se escuchaba desde la multitud que se había movilizado desde temprano y desbordaba el microcentro porteño.
Poco después del acto, cuando ya se había desconcentrado la multitud, la CGT responsabilizó por los incidentes a militantes del kirchnerismo que se sumaron a la protesta y denunció un “sabotaje”.
“Fue un grupito partidario que quiere llevar agua a su molino. Un sector pequeño, que se puso a la derecha del palco, bastante intolerante, y otro grupito que se puso detrás del palco, con la finalidad política de tratar de entorpecer. Eran de Berazategui y estaban identificados con una bandera naranja”, señaló Daer apuntando al intendente Patricio Mussi.
Pero antes, sobre el escenario, Schmid había denunciado que “el gobierno ve un retrato social y económico que la mayoría de los que están acá no ve”, y reiterado los principales reclamos de la CGT al Poder Ejecutivo, que incluyen el freno a los despidos, las paritarias libres, la recomposición salarial y la defensa de la industria nacional, entre otros.
“Cambiemos ha manifestado que su objetivo es llegar a la pobreza cero, pero también afirma que para ello se va a tardar 20 años. En cambio, ha sido muy veloz para resolver la demanda de los grupos económicos. Es por eso que vamos a ir a una medida de fuerza, porque hay una velocidad para los poderosos y otra para los débiles y por eso se agranda la brecha”, apuntó Schmid.
Por su parte, Acuña advirtió que la central “no va a permitir” que el gobierno ponga “techo o piso” a las paritarias y agregó: “Con el diálogo solo no hacemos nada, queremos respuestas”.
Una vez concluido el acto de la CGT, unos 50 manifestantes se trasladaron hacia la Plaza de Mayo para protestar contra el gobierno, ocasión en la que hubo piedrazos y algunos focos de incendio en la Pirámide de Mayo que debieron ser sofocados por los Bomberos.
El gobierno acusó “a la interna del peronismo”
En el gobierno aseguraron que “muchos dirigentes gremiales no están siendo francos sobre el rumbo económico del país” y que la movilización forma parte de “la interna del peronismo”.
“Lamentablemente, este año la política electoral se está mezclando con la agenda de trabajo”, se quejó el jefe de Gabinete, Marcos Peña. En su cuenta de Twitter, el ministro coordinador subrayó: “Muchos dirigentes gremiales no están siendo lo más francos posible sobre el rumbo económico del país, que va a ser de crecimiento este año”.
En tanto, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, advirtió que “está corriendo un año electoral y el peronismo busca la identidad detrás de la defensa de los derechos de los trabajadores” y agregó que la movilización responde a la “generalización” que hacen los gremios sobre los problemas económicos lo cual consideró que “obedece a una mirada desde la perspectiva política”.
A su vez, su par de Hacienda, Nicolás Dujovne, definió a la movilización de la CGT como “extemporánea” porque “la economía está empezando a mostrar los resultados de las medidas tan duras que hubo que tomar el año pasado para evitar una crisis mayor”, así como también indicó que la marcha “marca el inicio de la campaña electoral”.
En tanto, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, sostuvo que “las razones” esgrimidas por la CGT “son falsas” y consideró que en la medida de fuerza “hay un juego que tiene que ver con la interna del propio peronismo”.
La oposición le pidió al gobierno que tome nota
Dirigentes de todos los sectores de la oposición respaldaron ayer la marcha de la CGT y coincidieron en reclamar al gobierno que atienda los reclamos, aunque también pidieron a la cúpula de la central gremial que ponga fecha a un paro nacional.
Entre los asistentes al acto estuvo el ex gobernador bonaerense Daniel Scioli, quien opinó que “los salarios no pueden seguir quedando por debajo de la inflación” al tiempo que pidió “tener cuidado con el endeudamiento, cuidar la actividad económica y las industrias”.
En tanto, el diputado del Frente Renovador Felipe Solá manifestó: “Coincido en el diagnóstico y acompaño el reclamo de la CGT. El rumbo económico del país es preocupante. Hace seis años que no se genera empleo, hay gran pérdida en el poder adquisitivo y despidos”.
“Lo importante es lo que pasó en la calle, no en el palco”, advirtió también el Parlamentario del Mercosur Agustín Rossi al destacar “la contundente” presencia de los trabajadores argentinos que salieron a la calle.