Mañana, en conmemoración del Día del Planeta, Mundoaparte regalará 500 plantines de árboles autóctonos en su predio de dos hectáreas que linda con el al polideportivo del Club Argentino, en Sorrento 1595. “Es una fecha que tenemos que recordar entre todos y hacer algo por el cuidado del planeta, por eso queremos que los ciudadanos se sumen y cada uno tenga uno de nuestros arbolitos en su hogar”, expresó a este medio Esther Linaro, fundadora y directora de la reserva ecológica.
Quien fuera directora del zoológico municipal, hace 5 años que trabaja en el cuidado de animales silvestres que llegan en un estado de salud deplorable y con dedicación extrema busca su cura, junto a su equipo de médicos veterinarios que trabaja voluntariamente con la reserva. Entre las especies que se regalarán mañana, de 14 a 17, el 90 por ciento “son árboles autóctonos, y otros de origen regional”, informó.
“Para remarcar nuestra identidad y que cada especie siga expandiéndose en el territorio de la provincia, tenemos 200 plantines de ceibo nacidos en Mundoaparte. Por otro lado habrá 50 palos borracho y otros jacarandá. También hay árboles de vereda, como arces y fresnos, los cuales se podrán ir modelando a gusto del vecino que los tenga”, detalló Linaro.
Cada uno de los “regalos” que entrega la reserva ecológica tendrá adjunta una tarjetita con el mensaje que resume el fin de tanta labor: “Hoy, 22 de abril, te regalamos un árbol, te damos un presente pensando en futuro. Protege nuestro único hogar. La Tierra, lo necesita. Te necesita”.
A su vez, Linaro aclaró que las visitas a la reserva sólo se realizan los domingos, por ende quien se acerque en el día de mañana retirará su árbol y visitará el lugar en otro momento. “Vamos a hacerlos pasar de a grupo de 10 personas, porque el año pasado vino mucha gente para los 150 plantines que teníamos; hoy contamos con 500 pero para organizarnos y que cada uno que entre pueda elegir su regalo, armaremos grupos reducidos”, advirtió.
Las visitas se pueden realizar los domingos. A partir de las 15 comienza el recorrido por el predio de dos hectáreas. El inicio se produce después de la proyección de un video de 15 minutos que habla del cuidado que están realizando a los animales del lugar. “El video es para que la gente no se mentalice que éste es un zoológico, acá no se viene a entretener a los chicos, sacarles fotos a los animales y pasar la tarde; todo esto es un esfuerzo que se debe emprender, y todos los animales acá tienen un problema físico causado por el hombre. Por eso asumí la responsabilidad de cuidarlos”, señaló la mujer y agregó: “Algunos de los animales de aquí no son mansos, porque el hombre los han lastimado mucho y rechazan a todo ser cercano”.
En tanto, la directora comentó que su trabajo traspasa las barreras ecológicas y se suma a las educativas, dada la consulta y visitas que recibe de parte de docentes y estudiantes de carreras afines con ciencias veterinarias. “La universidad se ha interesado porque les hemos acercado un estudio sobre el proceso del cuidado del mono carayá, y así cada uno que ve nuestro trabajo se va perfeccionando, como nosotros en cuanto a la sintomatología y vemos que se pueden tratar estos cuidados con elementos naturales, sin invadir su salud con químicos ni corticoides, que luego ocasionan otro tipo de problemas”, destacó.
El origen
Según lo publicado por Ecosofía.org, en 1962, el senador norteamericano Gaylord Nelson realizó lobby político para que el medio ambiente formara parte de la agenda gubernamental del presidente John Kennedy. Después de varios años de trabajo social y político, en 1969 aprovecha los ímpetus de la airada protesta civil contra la guerra de Vietnam, y convoca a una gran manifestación popular donde las personas de todo el país expresan su preocupación por el manejo del tema medioambiental a nivel nacional. En noviembre de ese año, el New York Times publicó: “La conciencia sobre la crisis medioambiental está arrasando los campus universitarios con una intensidad sólo comparable con el descontento con la Guerra de Vietnam… por ello las oficinas del senador Gaylord Nelson planifican un día nacional para conversar sobre los problemas medioambientales… para la próxima primavera”.
Así, el 22 de abril de 1970, (equinoccio de primavera en el hemisferio norte) se celebró por primera vez el Día de la Tierra. Más de 20 millones de personas respondieron a la convocatoria, estableciendo en sus comunidades, universidades y colegios una plataforma de difusión y discusión sobre el medio ambiente y sus principales problemas.