Laura Ferré /Télam
[flv]http://www.youtube.com/watch?v=xGjNtbx0XOQ&feature=relmfu[/flv]
El culebrón tucumano Muñecos del Destino revisita los temas propios del melodrama, amor, deseo, rivalidad y muerte, a través de personajes encarnados por muñecos de tela –sin boca– capaces de expresar sus pasiones en decorados en miniatura, los lunes a las 23.30, por la Televisión Pública.
Un elenco de cuarenta títeres de tela protagoniza la miniserie de ocho capítulos en HD, que duran 23 minutos cada uno, surgida de los concursos de fomento de ficciones federales, organizados por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) y el Ministerio de Planificación para la Televisión Digital Abierta.
La historia, de fuerte impronta folletinesca, narra los avatares de una familia de ascendencia sirio libanesa, conformada por el arbitrario patriarca Don Masmud, su hijo Naim, el heredero sufriente, su nuera Laila, una ex empleada conflictiva llamada Lidia y su hija Fátima, en los roles principales.
“Siempre nos gustó el melodrama, las tiras brasileñas o mexicanas y, por otro lado, nos interesaba el ambiente de la calle Maipú (situada en San Miguel de Tucumán), donde se instalaron los comercios de inmigrantes árabes y judíos durante la primera parte del siglo”, dijo el cineasta y músico, responsable de la banda de sonido de Muñecos…, Patricio García.
García trabajó en dupla creativa con la artista plástica Rosalba Mirabella y apostaron a mostrar “esta forma de comercio un poco caótica, de gran belleza visual y de otro tiempo, con vínculos que se establecen dentro del negocio, de características muy interesantes e inexploradas por la ficción”, detalla García. Como en todo melodrama, los personajes –y mucho más cuando una legión de muñecos les presta el cuerpo– transitan al borde del ridículo, así “el género da para cualquier cosa, la zona entre la lógica y el absurdo total es muy amplia, como lo supieron ver los realizadores Douglas Sirk, Almodóvar, Buñuel y David Lynch, quienes vieron en el melodrama un bastión del surrealismo”, aclara García, uno de los autores.
El primer programa alcanzó unos dignos 2.6 de rating en su primera emisión, fue tendencia en la red social Twitter y se convirtió en la primera producción provincial emitida por un canal de aire. El trabajo de producción de la tira resulta muy cuidado y así lo evidencian tres meses arduos de preproducción que incluyó el trabajo de arte y el grabado previo de una suerte de banda de diálogo, a cargo de una veintena de actores.
La dinámica del rodaje que insumió un año y medio fue compleja y “después en cada toma tirábamos el audio tipo playback y tres titiriteros cumplieron con un laburo arduo, especialmente para manejar los títeres en los planos generales que son muchos”, precisa Salim.
Romeo, el inolvidable protagonista de Romeo y Julieta, la obra de William Shakespeare, en algún momento de la trama se reconoce como “juguete del destino”, un eco que resuena en el título del programa
El escritor de la tira define al envío como “un cuento absolutamente shakespeariano. También ha referencias a películas como Ciudadano Kane, El Padrino, y a Crimen y castigo, de Dostoyevski”, concluye. La extraña mezcla de sutileza y pasión conforman la marca de este culebrón que ya tiene una segunda parte escrita, de entre ocho y trece capítulos, lista para seguir emocionando al público con sus desencuentros amorosos, donde las voces y la trama reinan.ç
Martel y Capusotto
La cineasta Lucrecia Martel (La Ciénaga, La Niña Santa) “era jurado y de alguna manera apadrinó el proyecto, ya que éste no ganó en primer lugar, pero Martel lo impulsó por el guión y todo lo que implicaba”, se entusiasma Cecilia Salim, directora de producción, tucumana residente en Buenos Aires, quien volvió a su tierra natal durante más de un año para encarar el proyecto. Por su parte, el productor ejecutivo de la tira, Nicolás Cobasky, señaló: “Nuestra máxima aspiración es que pudiera verse en Canal 7, precedido por el envío de Peter Capusotto».
