El director técnico de la Selección argentina, Lionel Scaloni, atraviesa un momento de profunda tristeza al enterarse del fallecimiento de María Cristina Fossaroli, su querida maestra de la Escuela Número 227 Bernardino Rivadavia de Pujato. Esta institución desempeñó un papel fundamental en la formación de Scaloni, donde dio sus primeros pasos en la educación.
La cariñosa «seño Chichita» fue quien guió y educó a Lionel Scaloni durante sus años de 6to y 7mo grado de primaria en el edificio ubicado en el barrio Las Ranas de Pujato, en el departamento San Lorenzo.
Chichita compartió emotivos recuerdos de su alumno destacando su personalidad traviesa y juguetona durante esos años de escuela. Recordó con cariño cómo, a la edad de 11 años, Scaloni tenía una melena y un flequillo inquieto. A pesar de su espíritu juguetón, siempre fue un niño educado y responsable.
La maestra también hizo hincapié en el apoyo constante de la familia de Scaloni, mencionando que solía mirar por la ventana de la escuela porque sabía que su papá estaba esperándolo con su camión, listo para llevarlo a sus entrenamientos en Newell’s. Ese compromiso familiar fue esencial en el desarrollo de su carrera.
La emotiva despedida de Chichita concluyó con un mensaje directo a Scaloni, expresando su profundo afecto y aprecio: «Te quiero, Leo, te quiero con todo el corazón. Creí que nunca te iba a volver a abrazar». Estas palabras conmovieron al entrenador, quien compartió su dolor por la pérdida de una figura tan importante en su vida.
El mensaje de despedida a Chichita
Desde la Escuela 227 “Bernardino Rivadavia” publicaron una sentida carta para despedir a la docente:
“Seño Chichita….
Siempre presente en tu querida «227», siempre acompañándonos, siempre siendo «Señorita Maestra»…
Nos dejas tu sentido de pertenencia, tu trabajo responsable y comprometido, tu sonrisa inconfundible y protectora…
Y todos guardamos esos MB con birome verde, súper prolijito, con una frase que nos alentaba a seguir.
En nuestro recuerdo siempre resonar …»Platero es pequeño, peludo, suave, tan blando por fuera que se diría todo de algodón…»
Seño Chichita… siempre en nuestros corazones…. ¡Gracias por tanto!
