El exfutbolista brasileño Sócrates falleció esta madrugada, a los 57 años, como consecuencia de una infección intestinal, según informaron las autoridades del hospital Albert Einstein, de San Pablo, donde se hallaba internado en grave estado.
El eterno ídolo del Corinthians y del seleccionado brasileño de fútbol, con el que actuó en los Mundiales España 1982 y México 1986, sufrió un cuadro infeccioso, causado por una bacteria, por el que estaba alojado en una sala de cuidados intensivos desde el pasado jueves.
Una cirrosis crónica provocada por el consumo elevado de alcohol y el antecedente de dos hemorragias digestivas, que lo obligaron a permanecer internado en agosto y septiembre pasado, derivaron en la infección intestinal que acabó con la vida del «Doctor», como era conocido el ex delantero en virtud de su segunda profesión.
Según dijo este sábado el periodista brasileño Juka Kfouri, tras visitar a Sócrates, la infección habría sido provocada por una bacteria presente en una comida que el exfutbolista ingirió un día antes de ser ingresado en estado grave al centro asistencial, de acuerdo a un cable de Dpa.
Había nacido en Belem en febrero de 1954. Criado en una familia de clase media ingresó en la Facultad de Medicina antes de dedicarse de lleno a la carrera futbolística, que empezó en 1974 en el modesto Botafogo de Ribeirao Preto.
Llamó la atención por su natural talento para moverse en la mitad de la cancha, a punto tal que, bajo su influjo, el humilde equipo en el que revistaba conquistó el título de primera ronda del Campeonato Paulista, en 1977.
«Sócrates jamás hizo esfuerzo para ser un crack: sencillamente, lo era», apuntó una vez una revista brasileña al aludir al escaso interés del jugador por los entrenamientos y a su pública adicción al tabaco y a la cerveza.
En 1978 se unió al popular Corinthians y dejó la universidad, pero no sus intereses extrafutbolísticos, en especial, la política. Expuso claramente sus posturas de izquierda y se declaró como un ferviente opositor a la Dictadura militar que todavía gobernaba Brasil en 1984.
Fue además el máximo líder del gran movimiento ideológico de la historia del fútbol brasileño, la «Democracia Corinthiana», que logró que los dirigentes del club paulista aceptaran que todas las decisiones importantes fueran sometidas a la votación por parte de los jugadores: una experiencia única.
Sócrates emigró en 1984 hacia Italia, donde actuó para la Fiorentina, pero cumpliendo una muy discreta temporada. Ya de regreso en Brasil, el volante vistió las camisetas de Flamengo, Santos y Botafogo de Ribeirao Preto, otra vez, antes de colgar los botines en 1989 y retomar sus estudios de medicina.
Pero antes, el mediocampista ya había lucido toda su jerarquía con el seleccionado brasileño de Telé Santana, en los Mundiales 1982 (España) y 1986 (México). Al lado suyo desfilaron otros cracks como Zico, Falcao, Junior y Eder, entre otros.