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Murió el jubilado apaleado durante un robo a su taller el martes pasado en barrio Azcuénaga

Tenía 82 años Patricio Gigena y sufrió una dura golpiza al ser asaltado en su taller de la zona oeste por ladrones que se llevaron una batería: agonizó en el Heca hasta este sábado. Hay dos detenidos por el caso, en prisión preventiva por el plazo de ley, que ahora serán reimputados por el crimen

Patricio Gigena, el jubilado de 82 años que recibió una brutal golpiza el martes pasado por parte de dos ladrones que se llevaron una batería de su taller mecánico de Montevideo al 5800, murió este sábado por la tarde en el Sanatorio Plaza como consecuencia de las lesiones recibidas. Por el ataque, un hombre, de 30 años, y una mujer, de 31, fueron imputados este viernes y está en prisión preventiva efectiva por el plazo de ley.

La víctima, conocida por los vecinos de barrio Azcuénaga como Don Patricio, era mecánico, se había jubilado y seguía trabajando en su taller de reparación de baterías como hacía décadas en la cuadra de Montevideo, entre Rouillón y Solís. El martes a las 17.20, según constataron los pesquisas por los registros de la cámaras de seguridad, un hombre y una mujer irrumpieron con fines de robo y lo agredieron con lo que se presume un palo de madera en el cráneo y rostro. Del local, los homicidas se llevaron sólo una batería y huyeron a pie.

Los vecinos fueron los primeros en socorrer a Don Patricio y los médicos del Sies lo trasladaron al Sanatorio Plaza, de Dorrego 1550, donde quedó internado con asistencia mecánica respiratoria por severos traumatismos de cráneo y rostro.

En estos cuatro días, vecinos, conocidos, allegados y familiares de la víctima volcaron en las redes sociales cientos de mensajes expresando la esperanza de que se recuperara y enviaron fuerzas pero los partes no eran alentadores y este sábado a las 17, los médicos del sanatorio dieron la peor de las noticias para sus familiares, Don Patricio había fallecido.

Por la gravedad del ataque desde un primer momento, la investigación estuvo a cargo de la fiscal Georgina Pairola y del personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), quienes tras revisar las secuencias tomadas por las cámaras de seguridad identificaron a dos sospechosos de haber cometido el ataque.

Pasadas las 20 de ese martes, los uniformados detuvieron a Walter V., de 30 años, y Brenda B., de 31, en la esquina de avenida Pellegrini y Cullen, donde limpian habitualmente vidrios de autos, y distante a sólo siete cuadras del taller de la víctima.

En dicha oportunidad, los pesquisas indicaron que no le habían encontrado la batería marca Hardbat de color negra, de 12×75 (valuada nueva en 22.800 pesos aproximadamente) sustraída e indicaron que continuaban las actuaciones para encontrarla y sumar indicios sobre los autores.

Este viernes, la mujer y el hombre fueron imputados por la fiscal Pairola, quien les atribuyó la coautoría de “robo doblemente calificado por causar lesión grave y por uso de un arma, el cual estuvo consumado en concurso ideal con homicidio criminis causa en grado de tentativa”. La jueza Silvia Castelli presidió la audiencia, aceptó la acusación de la Fiscalía y le dictó a la pareja la prisión preventiva por el plazo de ley y, en los próximos días, tras conocerse la noticia del deceso, serán reimputados por el homicidio.

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