El juez de la Corte Suprema de Justicia Enrique Petracchi falleció ayer, a los 78 años, a causa de una grave enfermedad, tras haber formado parte del máximo tribunal por 31 años consecutivos, desde el retorno de la democracia.
“Los señores ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación comunican con profundo dolor el fallecimiento del señor ministro Enrique Santiago Petracchi”, anunció la página web del Centro de Información Judicial (CIJ), pasadas las 10 de ayer.
El presidente del cuerpo, Ricardo Lorenzetti, difundió un comunicado en nombre de todos los integrantes de la Corte, en el que manifestó un “hondo pesar” por la muerte de su par.
“El doctor Petracchi ha prestado un gran servicio público durante todos los años que estuvo en el Tribunal. Personalmente he podido valorar su entereza frente a la enfermedad que sabía irreversible, y lo pudimos acompañar, como también haremos con su familia en momentos tan tristes”, afirmó Lorenzetti.
Y agregó: “Este año ha sido muy penoso por la pérdida de dos queridos colegas pero también sabemos que tenemos una responsabilidad frente al pueblo de la Nación que es la de brindar confianza, seguridad y protección a los derechos de los ciudadanos, y así lo haremos”.
Tras la muerte en mayo pasado de la jueza Carmen Argibay, la Corte Suprema quedará con cinco miembros: Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Raúl Zaffaroni, Carlos Fayt y Juan Carlos Maqueda.
No se elegirán reemplazantes, ya que en 2006 se sancionó una ley para reducir de nueve a cinco la cantidad de integrantes del tribunal.
Petracchi afrontaba una severa afección en el páncreas, pese a lo cual en marzo se había negado a tomar licencia en el cargo, al señalar que se encontraba “bien física y espiritualmente” para seguir ejerciendo sus funciones.
Entonces, había trascendido en algunos medios de comunicación que Petracchi pediría una licencia para atender su problema de salud, pero finalmente el magistrado confirmó que el tratamiento que había iniciado no le impedía continuar en funciones.
Petracchi, al igual que Carlos Fayt (96 años), superaba el límite de edad de 75 años establecido en la Constitución nacional, pero permanecía en el cargo debido a que había sido nombrado durante la presidencia de Raúl Alfonsín, previa a la reforma de la Carta Magna, de 1994, en la que se incluyó la obligación de jubilarse a esa edad.
Enrique Santiago Petracchi nació el 16 de noviembre de 1935 en Buenos Aires, realizó la secundaria en el Colegio Nacional de Buenos Aires y se recibió en la facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), con diploma de honor.
Los gobiernos de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner impulsaron entre 2002 y 2003 el juicio político a cada uno de los miembros de la Corte Suprema de Justicia, pero la acusación a Petracchi fue desestimada en la Cámara de Diputados por 158 votos contra 72.
Petracchi se desempeñó como presidente de la Corte Suprema entre 2004 y 2006, año en que el cargo quedó en manos de Lorenzetti.
En ese momento, el magistrado se declaró consciente del “desprestigio” que afectaba entonces al Poder Judicial, y sostuvo que en el ámbito del Tribunal se necesitaba “más transparencia”, y en consecuencia, “dejar de actuar como si se tratara de una sociedad oculta en la cual se desarrollan inefables ritos órficos”.
“Además de esta necesaria transparencia, la Corte no puede seguir descargando responsabilidades en los otros poderes ni repetir, como un salvoconducto, que las restricciones presupuestarias le impiden encarar las reformas que exige una administración de justicia para el siglo XXI”, reclamó entonces Petracchi.
El tribunal deberá sumar nuevo integrante
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner deberá designar entre diciembre y enero próximo un nuevo integrante de la Corte Suprema de Justicia, que, debido al fallecimiento de Enrique Petracchi, ocurrido ayer y a la jubilación de Raúl Zaffaroni, quedará con cuatro vocales.
Petracchi, miembro del máximo tribunal desde 1983, murió a los 78 años a causa de una severa afección al páncreas, y Zaffaroni, nombrado en 2003, anticipó que en diciembre se retirará porque el 7 de enero cumplirá los 75 años, la edad establecida por la Constitución nacional para jubilarse.
Así las cosas, dentro de dos meses la Corte quedará integrada por Carlos Fayt (96 años), Elena Highton de Nolasco (71), Juan Carlos Maqueda (64 años) y Ricardo Lorenzetti (59), su presidente, lo que obligará a la mandataria a nombrar un nuevo integrante.
La ley de composición de la Corte sancionada a mediados de la década pasada establece que el máximo tribunal debe estar integrado por cinco vocales.
Este año, antes de los fallecimientos de Petracchi y de Carmen Argibay (murió en mayo, a los 74 años), la Corte estaba integrada por siete miembros debido a que todos sus miembros habían sido designados antes de esta modificación, cuando la norma establecía que debían ser nueve.
Ahora la Corte quedará ajustada a la composición de cinco integrantes establecida por ley, pero el gobierno deberá corregirla cuando quede con cuatro miembros.
Para los casos en que la Corte tuviera un número par de integrantes y no pudiera resolver por sí misma un empate de votos, la ley establece un mecanismo de sorteo de un conjuez de entre las cámaras de apelaciones federales y nacionales.
De acuerdo a la Carta Magna, un individuo «no podrá ser miembro de la Corte sin ser abogado, con ocho años de ejercicio, y tener las calidades requeridas para ser senador», es decir, tener más de treinta años y haber sido seis años ciudadano de la Nación.
“Pérdida irreparable”
El ministro de Justicia, Julio Alak, afirmó ayer que el fallecimiento del juez de la Corte Suprema Enrique Petracchi “es una pérdida irreparable para la democracia”.
“Fue un jurista brillante, un demócrata moralmente honesto y valiente, que siempre interpretó la ley teniendo en cuenta la Constitución, la voluntad del legislador y los intereses populares, especialmente de los sectores más desprotegidos y vulnerables”, dijo el funcionario. Afirmó que Petracchi “nos deja un legado ejemplar, un modelo de juez honorable”.
“La pérdida de Petracchi entristece a la democracia. Mereció el respeto de Juan Perón, que lo promovió a la Procuración General de la Nación en 1973; de Raúl Alfonsín, que lo propuso como ministro de la Corte de Justicia en 1983”, destacó Alak.