El procurador general de la Suprema Corte de Justicia de la provincia, Agustín Bassó, murió ayer en su casa de la ciudad de Santa Fe después de una larga batalla contra el cáncer. Ocupaba el cargo desde finales del gobierno justicialista de Jorge Obeid. De ahora en más se abren interrogantes en la Justicia santafesina en cuanto a su reemplazante.
Siguiendo la iniciativa que estableció en su momento el ex gobernador Hermes Binner con el objetivo de promover una designación más transparente de los ministros del supremo tribunal de la provincia, y repitiendo el mecanismo que ya había instaurado el ex presidente Néstor Kirchner para la Corte nacional, el actual mandatario Antonio Bonfatti tendría que difundir ampliamente los antecedentes del nuevo postulante a Procurador de la Corte, deberían realizarse audiencias públicas con la participación de los aspirantes y luego resolvería la Asamblea Legislativa. En este sentido, cabe acotar que en ambas cámaras tiene mayoría el justicialismo.
Resistencia a la reforma
En una votación dividida, Bassó se convirtió en Procurador de la Corte santafesina en los últimos días del gobierno de Obeid, en octubre de 2007. En aquel momento también asumió como ministro de la Corte Daniel Erbetta. Bassó fue un hombre muy cercano al ministro de la Corte y ex presidente del máximo tribunal, Rafael Gutiérrez.
Bassó resistió los cambios en la Justicia propuestos por el ex ministro Héctor Superti y promovió medidas para frenarla. Según argumentos que había utilizado el propio Bassó, la reforma judicial le quitaba poder al Procurador de la Corte, porque ya no tendría más bajo su órbita a fiscales y defensores públicos.