El exdirector de la Policía Bonaerense y mano derecha del general de brigada Ramón Camps, durante la última dictadura cívico militar, Miguel Osvaldo Etchecolatz, falleció hoy a los 93 años, y su figura será recordada en la historia argentina por ser uno de los principales responsables y ejecutores del período más oscuro del país.
Etchecolatz murió a las 5.30 de hoy en la Clínica Sarmiento de la localidad bonaerense de San Miguel, donde se encontraba internado con custodia policial, informaron a Télam fuentes de las querellas en su contra.
La Cámara Federal de Casación le había otorgardo el pasado 9 de junio la prisión domiciliaria, aunque permanecía internado en una clínica. La decisión se tomó solo en una de las causas de lesa humanidad por la que fue condenado: el asesinato de Horacio Alejandro Benavides, un militante de 22 años ejecutado en septiembre de 1976, a manos de un grupo de la Dirección General de Investigaciones. El joven era compañero de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) de Néstor y Cristina Kirchner. El 30 de septiembre de 1976, un grupo de represores de la Dirección General de Investigaciones que comandaba Miguel Etchecolatz abrió fuego contra el militante en una plaza. El juez Ernesto Kreplak procesó a Echecolatz por ese homicidio en octubre del 2021.
Entre los crímenes por los que Etchecolatz fue condenado se encuentran el secuestro y asesinato de un grupo de adolescentes conocido como la Noche de los Lápices, la apropiación de menores y la desaparición de Jorge Julio López. Fue beneficiado por la aplicación de la Ley Obediencia Debida, pero en 2006, tras la anulación de las leyes de impunidad, volvió a ser juzgado en las causas que habían sido cerradas. Se lo vincula además con la segunda desaparición de Jorge Julio López, cuando en democracia fue testigo en uno de los juicios en su contra. En 2014, Etchecolatz fue fotografiado con un papel manuscrito en sus manos que decía «Jorge Julio López Secuestrar».
Fue condenado a prisión perpetua en reiteradas ocasiones, por diversos crímenes de lesa humanidad, en sentencias dictadas en 1986, 2004, 2006, 2014, 2016, 2018, 2020 y 2021. Todas terminaron unificadas en una pena única de reclusión perpetua
En mayo de este año, Etchecolatz había recibido su última condena a prisión perpetua junto a otro ex policía Julio César Garachico. Ambos acusados de haber secuestrado y torturado a siete víctimas y haber asesinado a otras tres.
La sentencia fue dictada el 13 de mayo pasado por el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata. Las acusaciones contra ellos habían sido sostenidas por el sobreviviente Julio López, antes de desaparecer en plena democracia y cuyo paradero es un misterio desde hace desde hace 15 años.