Ayer por la mañana se conoció la noticia de que la beba de un año y ocho meses que había ingerido ácido en un dispensario de barrio Acíndar tenía muerte cerebral. Horas después, en la noche del lunes, desde el Hospital Español confirmaron su fallecimiento.
Según indicaron fuentes policiales, la menor perdió la vida a las 21 cuando se encontraba en la sala de cuidados intensivos de dicho nosocomio. Se encontraba en el lugar desde el 26 de mayo pasado, cuando tomó ácido mientras su mamá era atendida por una ginecóloga en el centro de salud.
“Todo esto que le pasó a ella le dejó muy afectado el cerebro y no se puede hacer nada ahora”, afirmaba ayer Sofía, la mamá de Luna, la chiquita fallecida. Además, la mujer responsabilizó a la médica por lo sucedido. “Si ese frasco hubiese estado tapado mi hija estaría acá en este momento”, agregó.
En el caso interviene Dr. Florentino Malaponte, de la Unidad Fiscal Especial de Homicidios.