El reconocido director de cine Manuel Antín falleció en la tarde de este jueves, a los 98 años, según informó la Universidad del Cine, de la que fue su rector.
“Con profunda tristeza y gran pesar, la Universidad del Cine lamenta comunicar la partida de nuestro querido rector Manuel Antín, quien falleciera el día de hoy a los 98 años de edad”, dice el comunicado.
Así, el escrito confirmó la pérdida de quien había fundado y dirigido la institución: “Despedimos con profundo a nuestro mentor acompañando en este momento a sus familiares y amigos”.
Antín, que se encontraba internado desde hace algunos días, fue reconocido por realizar películas icónicas como La cifra impar o Don Segundo Sombra.
El maestro y referente del cine nacional, además se destacó como guionista, productor, dramaturgo y poeta.
Figura indispensable del séptimo arte en el país, realizó una trilogía cinematográfica basada en Julio Cortazar que se inicia con la referida La cifra impar, inspirada en Cartas de mamá; Circe, sobre el cuento homónimo del escritor, e Intimidad de los parques a partir los relatos El ídolo de las Cícladas y Continuidad de los parques.
Despedimos a Manuel Antín, referente indiscutido del cine argentino. Director, guionista, maestro de cineastas y fundador de la Universidad del Cine, supo retratar con sensibilidad y profundidad las realidades y emociones de nuestra sociedad. pic.twitter.com/RtMVOBTIdE
— Asociación Argentina de Actores (@actoresprensa) September 6, 2024
El trabajo conjunto de Antín y Cortazar se produjo a través de correspondencia entre cartas y audios enviados por correo. Mientras el director gestionaba la preproducción en Argentina, el escritor, ya instalado en Francia, enviaba sus aportes al proceso de construcción.
Con un inexorable talento, aportó además su visión como miembro en la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina.
El maestro fue una figura fundamental en el regreso a la democracia. En 1983 logró que el primer decreto firmado por el ex presidente Raúl Alfonsín disuelva el Ente de Calificación Cinematográfica, que censuraba las películas, en el marco de su designación como director del Instituto Nacional de Cinematografía (INC).
El decreto no sólo posibilitó la eliminación de una política de Estado antidemocrática, sino que brindó a los cineastas un marco de libertad de expresión y de protección de su obra artística.
Al frente del INC, la gestión de Antín alentó la reapertura de escuelas de cine y fue pieza fundamental para la creación de la Carrera de Imagen y Sonido de la Universidad de Buenos Aires, gracias a un convenio del Instituto con la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FADU), por la que pasaron muchos de los realizadores y técnicos argentinos que con su trabajo hoy brillan en los festivales del mundo.