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Murió Margaret Thatcher, la que mandó a hundir al Belgrano

La ex primera ministra tenía 87 años y padecía demencia senil. Fue referente del neoliberalismo y antieuropeísta.


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La ex primera ministra británica Margaret Thatcher, cuyas políticas neoliberales cambiaron por completo al Reino Unido y que es recordada en la Argentina como la dirigente que lideró a su país en la guerra de Malvinas, murió ayer de un derrame cerebral a los 87 años.

Apodada la “Dama de Hierro”, la única mujer que llegó a la jefatura de gobierno del Reino Unido estuvo al frente de Downing Street entre 1979 y 1990, en un período marcado por una gran crisis económica y social interna y por la Guerra de Malvinas de 1982, donde 649 argentinos, 255 británicos y tres isleños perdieron la vida.

El anuncio del fallecimiento lo hicieron los hijos de la veterana ex gobernante, los mellizos Mark y Carol Thatcher, quienes refirieron que su madre, “la baronesa Thatcher, ha muerto en paz tras una apoplejía esta mañana (por ayer)”. La ex primera ministra conservadora había enviudado en 2003 de su esposo Denis, lo que le provocó una gran depresión y la sumió a partir de 2008 en las brumas de una demencia senil que la acompañó hasta la muerte.

El gobierno británico anunció que su funeral no será una ceremonia de Estado, de acuerdo a los propios deseos de Thatcher. En cambio, recibirá los honores militares en las exequias que se realizarán en la catedral de San Pablo, en el centro de Londres.

A fines del año pasado la ex primera ministra había sido operada por una infección en la vejiga y desde entonces abandonó su casa para instalarse en el hotel Ritz, en el centro de la capital inglesa, donde se cree que pasó su última noche.

“Hemos perdido una gran líder y una gran británica”, dijo desde Madrid el primer ministro David Cameron, quien canceló el resto de su gira que lo iba a llevar a Francia.

Downing Street y otros edificios públicos colocaron la bandera británica a media asta en señal de duelo.

Desde la oposición política, el ex primer ministro laborista Tony Blair, se refirió a la Dama de Hierro como “una gran figura política”.

Al otro lado del Atlántico, el presidente estadounidense, el demócrata Barack Obama, dijo en un comunicado que Thatcher fue una “campeona de la libertad” y una “verdadera amiga” de Estados Unidos.

Mijail Gorbachov, el ex líder soviético al que Thatcher definió una vez como alguien con quien “se puede hablar”, dijo que el entendimiento mutuo con la premier “fue una contribución al cambio de clima entre nuestro país y Occidente y al final de la Guerra Fría”.

“La Reina está entristecida al haber escuchado la noticia”, comentó por su parte un portavoz del Palacio de Buckingham.

Por el contrario, David Hopper, secretario general de la Asociación Minera de Durham, recordó las peleas de la premier con los sindicatos y señaló que “destruyó nuestra comunidad, nuestras localidades y nuestra gente”.

Nacida el 13 de octubre de 1925 en Grantham (norte de Inglaterra), la política “tory” (denominación que se les da a los dirigentes del Partido Conservador) procedía de una familia de modestos recursos. Su apellido de soltera era Roberts.

Fue la primera y hasta ahora única mujer en acceder al frente del gobierno británico, donde introdujo la doctrina de la Escuela de Chicago con la neoliberalización de la economía que llevó a un achicamiento del Estado y reducción de gastos en educación y vivienda.

Esos recortes sociales y el aumento de la desocupación la llevaron a tener duros enfrentamientos con los sindicatos, sobre todo con la Unión Nacional de Mineros que estuvo un año en huelga.

En el marco de una fragmentación social, Thatcher encontró en la guerra de Malvinas de 1982 una causa que unió a gran parte de la población y la victoria en ese conflicto bélico llevó a su reelección en 1983.

En el plano internacional tejió un eje muy aceitado con el entonces presidente de Estados Unidos Ronald Reagan y fue una gran opositora a la formación de la Unión Europea.

Esa postura euroescéptica la hizo perder consenso dentro de su partido, lo que llevó a su renuncia como primera ministro en 1990 y la asunción en el puesto de su entonces ministro de Economía, John Major.

Personalidad controvertida

Líderes europeos y personalidades del mundo expresaron ayer sus opiniones sobre Margaret Thatcher.

Para Angela Merkel, jefa del gobierno alemán, la ex primera ministra “marcó la Gran Bretaña moderna como pocos lo han hecho, antes o después de ella. Fue una extraordinaria líder de nuestra época”.

François Hollande, presidente de Francia, opinó que “a lo largo de su vida pública, con convicciones conservadoras que ella asumía plenamente, estuvo apegada al esplendor del Reino Unido y a la defensa de sus intereses”.

En América latina, el presidente chileno Sebastián Piñera, mencionó que “hizo una gran contribución a la caída del Muro de Berlín, de la Cortina de Hierro, y a lograr que la libertad y la democracia pudieran llegar a todos los rincones del mundo”.

Pero en la posición opuesta, el presidente del partido Sinn Fein, antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), recordó que Thatcher apoyó al dictador chileno Augusto Pinochet y se opuso a las sanciones contra el Apartheid en Sudáfrica, además de llevar a la muerte por su intransigencia a negociar a diez prisioneros republicanos irlandeses en huelga de hambre en 1980 y 1981 en cárceles del Ulster.

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