Política

Murió Massera, dictador y cerebro de la represión ilegal

El ex jefe de la Armada fue uno de los líderes del golpe de 1976 e ideólogo del terrorismo de Estado.

El ex dictador y uno de los más cruentos criminales de la última dictadura militar, Emilio Eduardo Massera, falleció ayer a los 85 años en el Hospital Naval de la Capital Federal, donde se encontraba internado debido a un accidente cerebrovascular (ACV).

“Paro cardiorrespiratorio no traumático” fue el motivo de la muerte señalado por los médicos del Hospital Naval, quienes atribuyeron esa falla cardíaca a un accidente cerebro vascular que había sufrido la semana anterior.

Massera, ex jefe de la Armada, lideró junto a Jorge Rafael Videla y Orlando Agosti el golpe que derrocó a la presidenta constitucional María Estela Martínez de Perón el 24 de marzo de 1976 y se constituyó en uno de los símbolos de la represión durante la última dictadura militar.

En ese período, la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (Esma), bajo la dirección de Massera, se convirtió en uno de los centros de detención y tortura más crueles del país hasta el regreso de la democracia en Argentina, en 1983.

Paradójicamente, quien fue considerado el principal “cerebro” del terrorismo de Estado, ayer encontró la muerte tras haber sido declarado inimputable por juntas de expertos que concluyeron que los jueces estaban impedidos de actuar porque Massera no estaba en condiciones mentales de afrontar un nuevo proceso.

El Almirante Cero, como lo llamaban sus subordinados en los centros clandestinos de detención donde se torturaban embarazadas, se robaban bebés, se sometían a vejámenes a prisioneros antes de matarlos o de arrojarlos al mar desde aviones en vuelo y se apoderaban de sus bienes, no pudo escuchar una nueva sentencia que lo condenase.

Hace 25 años el octogenario dictador escuchó al camarista Carlos León Arslanian anunciarle que lo habían condenado –junto a Jorge Rafael Videla– a prisión perpetua; fue al término del histórico juicio a las juntas militares del autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”.

Massera fue beneficiado luego por el indulto del presidente Carlos Menem, cinco años más tarde, y permaneció en libertad hasta 1998, cuando la Justicia le dictó prisión preventiva en el marco de una investigación por robo de bebés durante el gobierno militar.

En 2001, después de que el juez federal Gabriel Cavallo declarara anticonstitucionales las leyes de punto final y obediencia debida, la situación judicial del ex almirante se complicó aun más, al sumar causa por delitos contra la humanidad.

Pero al año siguiente, luego del estallido de un aneurisma cerebrovascular, tuvo que ser internado de urgencia en el Hospital Naval y el 17 de marzo de 2005 la Justicia lo declaró incapaz por demencia.

Esto generó que se suspendieran las causas en su contra, pese a que los delitos contra la humanidad jamás prescriben y a que en 1985 fue condenado a perpetua por tres homicidios, 12 tormentos, 69 privaciones ilegítimas de la libertad y siete robos. También pesaban en su contra 23 reducciones a servidumbre, una extorsión, dos secuestros extorsivos, siete tormentos seguidos de muerte, una supresión de documentos y once sustracciones de menores, según consta en las actas.

Formado tanto en el país como en Estados Unidos, Massera era considerado  ideólogo y promotor de la feroz represión que impulsó el gobierno militar tras el golpe.

Pasó a retiro en 1979 y cuatro años más tarde lanzó una candidatura para ser presidente de la Nación por el partido para la Democracia Social, pero meses después cayó detenido y quedó imposibilitado para participar de las elecciones.

La Justicia lo envió a prisión en 1983 por la desaparición del empresario Fernando Branca, esposo de Martha Rodríguez McCormack, de quien se comentaba que era amante de Massera en 1977, en el comienzo de la dictadura.

En una rueda de prensa, el doctor Rubén Venerus, jefe del área clínica del Hospital Naval, señaló además que Massera estaba internado desde el 19 de abril pasado a causa de un ACV y dijo que durante su internación el ex militar también sufrió otros accidentes vasculares cerebrales.

“Estaba muy deteriorado”, comentó Venerus, quien indicó que el cuerpo del represor iba a quedar a disposición de su familia en el transcurso de la tarde de ayer.

De acuerdo a las normas procesales, cuando el certificado de defunción llegue a cada uno de los juzgados en los que estaba imputado, los magistrados deberán dictar la extinción de la acción penal por muerte y el consiguiente sobreseimiento del ex dictador.

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