El empresario Omar Chabán, quien fue condenado por la tragedia de Cromañón en la que murieron 194 personas en diciembre del 2004, murió ayer en el Hospital Santojanni de la ciudad de Buenos Aires, donde permanecía internado en terapia intensiva.
Fuentes del Ministerio de Salud porteño y del Same confirmaron a la agencia estatal Télam que el ex gerenciador de Cromañón falleció a las 12.40 en ese centro asistencial, donde se encontraba en estado crítico desde setiembre pasado, víctima de Linfoma de Hodgkin.
Chabán, de 62 años, era el gerenciador del boliche Cromañón cuando se produjo la tragedia el 30 de diciembre del 2004, mientras se desarrollaba un recital de la banda Callejeros, liderada por Patricio Fontanet.
El empresario estuvo presente esa noche en el boliche y fue quien alertó a través de los micrófonos a los asistentes que desistieran de seguir arrojando pirotecnia ante el temor de que pudiera iniciarse un incendio.
Apenas comenzado el recital, una bengala incendió una media sombra que recubría el techo del boliche, pero Chabán logró salir y se refugió en un local de su propiedad, hasta que al día siguiente fue hallado por la Policía.
El incendio de esa media sombra derivó en una emanación de gases que provocaron la muerte de 194 personas y heridas en otras 1.300, lo que se transformó en la peor tragedia no natural de la Argentina.
Es que un candado y una cadena impedía la apertura de la salida de emergencia del lugar y el boliche se transformó en una trampa mortal.
En un juicio oral desarrollado en el 2009, Chabán fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal 24 (TOC 24) a 20 años de prisión por el delito de “estrago doloso”. En ese debate, también fue condenado Raúl Villarreal, su mano derecha, pero fueron absueltos los siete integrantes de la banda Callejeros.
El 20 de abril de 2011, la Cámara Federal de Casación Penal modificó la acusación de “estrago doloso” a “culposo”, un delito menor, y el TOC 24 dictó una nueva condena para Chabán de ocho años de cárcel.
Tras una nueva apelación de los familiares de las víctimas, en mayo de 2012, la Sala III de Casación, integrada por los jueces Liliana Catucci, Eduardo Riggi y Mariano Borinsky, le confirmó la pena de diez años y nueve meses de prisión, y lo envió a la cárcel de Marcos Paz.
Ya en prisión, a Chabán le diagnosticaron Linfoma de Hodgkin grado IV B, una enfermedad por la que se forman células cancerosas en el sistema linfático, y llegó a pesar menos de 50 kilos.
En 2013, por su enfermedad, la Justicia le concedió una prisión domiciliaria, pero apenas llegó a pasar unos días en su departamento del barrio porteño de Montserrat, ya que casi exclusivamente permaneció en distintos centros asistenciales.
Desde septiembre pasado, permanecía internado en estado crítico en el Hospital Santojanni, donde recibía transfusiones, quimioterapia y se alimentaba por sonda.
Omar Chabán fue considerado por músicos y productores como uno de los principales difusores del rock y de formas contraculturales, durante los años 80 y 90.
Fue responsable de que la riquísima movida rockera de los años 80 tuviera un espacio y una plataforma de lanzamiento para convertirse en un fenómeno continental.
Desde su primer local Café Zero pasando por Cemento, Chabán dio paso a los primeros shows de bandas emblemáticas como Soda Stereo, Sumo, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota y Divididos, entre otras.
A familiares no les alegra
Familiares y sobrevivientes de la tragedia de Cromañón expresaron ayer que no les alegra la muerte del empresario Omar Chabán y afirmaron que nunca buscaron venganza por el incendio que dejó 194 muertos en 2004. Silvia Bignami, madre de Julián Rozengardt, uno de los jóvenes que falleció durante la trágica noche del 30 de diciembre de 2004, manifestó que no se alegró con la muerte de Chabán, ya que afirmó que los familiares de las víctimas del incendio del boliche ubicado en el barrio porteño de Once nunca fueron vengativos. “Si hubiésemos creído en el «ojo por ojo» no hubiésemos tenido justicia. Queríamos que fuera a la cárcel y lo logramos”, indicó la madre de Julián, quien reconoció que le “costó creer que era verdad la gravedad de la enfermedad” del empresario.